Redacción, 16-04-2021.- Con el objetivo de analizar el sistema Nutri-Score, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) han organizado el webinar ‘El etiquetado frontal de los alimentos, a debate’, en el que expertos en Nutrición y Obesidad han debatido la utilidad de este sistema de etiquetado para que el consumidor sepa identificar la calidad nutricional de los productos que compra.
Tal y como recoge la SEEN, el consumo excesivo de azúcares, grasas y sodio es un problema de salud pública que se asocia a las enfermedades no transmisibles que más afectan a la población: sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades vasculares, cardíacas, cerebrales y renales.
La ingesta excesiva de estos nutrientes es resultado, en gran medida, de la amplia disponibilidad, asequibilidad y promoción de productos alimentarios procesados y ultraprocesados, que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio.
Según los expertos, gran parte de la solución consiste en la aplicación de leyes y regulaciones que reduzcan la demanda y la oferta de productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos.
Uno de los instrumentos clave para regular esos productos con el objeto de prevenir el desequilibrio en la alimentación es la utilización de etiquetas en el frente del envase que indiquen a los consumidores que el producto contiene cantidades excesivas de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
Esta información, obligatoria desde el 13 de diciembre de 2016 y regulada por el Reglamento (UE) Nº1169/2011, debe incluir, siempre por este orden: valor energético (expresado en Kilojulios -kJ- y Kilocalorías -kcal-, por 100 g o 100 ml) y cantidades de grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal. Cuando la información es sobre vitaminas y minerales, se expresan, además, como porcentaje de las ingestas de referencia por 100g o 100ml.
Ana Zugasti, vocal de comunicación y miembro del área de Nutrición de la SEEN, opina que los consumidores leen las etiquetas por varias razones: para obtener información sobre un producto (por ejemplo, su contenido, proceso de producción, origen, certificación), para comparar diferentes marcas y al comprar un nuevo producto. “A menudo, los consumidores esperan que las etiquetas refuercen la información previamente aprendida. En los últimos años, además, están interesados en tomar decisiones mejor informadas y elegir alimentos saludables leyendo la información del envase del producto. Por ejemplo, información nutricional, etiquetas ambientales, etiquetas de advertencia y declaraciones de propiedades saludables. Por lo tanto, es muy importante proporcionar información nutricional apropiada y comprensible a los consumidores que puedan tener un efecto positivo significativo en la elección de alimentos”.