Redacción, 28-11-2017.- En el congreso de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) ha presentado la validación del Cuestionario para Detección de la Enfermedad de Parkinson Avanzada (CDEPA), tal y como publica “Diario Médico”. El trabajo, ha permitido validar una herramienta que servirá a los profesionales para detectar y calificar con cierto nivel de certeza el diagnóstico de EPA y, de esta manera, mejorar su diagnóstico y tratamiento.
“Hace un tiempo, desde el grupo de Trastornos del Movimiento de la SEN realizamos un estudio Delphi para llegar a un consenso de qué entendíamos por EPA. Primero recabamos la opinión de un grupo de neurólogos generales y, posteriormente, de otro más reducido de especialistas en trastornos del movimiento, llegando a un consenso sobre una serie de criterios que definían de forma cierta, posible o probable una EPA y otras formas”, señala Rosario Luquin, neuróloga de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), en Pamplona,
El siguiente objetivo fue comprobar si estos criterios “podían ser utilizados en la práctica clínica diaria” para diagnosticar a estos pacientes. Para ello se ha trabajado con 400 pacientes de 25 centros sanitarios de todo el país: “Mientras un investigador definía si el paciente estaba en una situación de EPA de acuerdo a variables clínicas -fundamentalmente de incapacidad-, otro valoraba el mismo paciente a través del cuestionario”. Y la conclusión del grupo es que el instrumento detecta aquellos casos que tienen EPA con “un grado de sensibilidad muy alto”, cercano al 97 por ciento.
Gracias a este trabajo, se ha validado que existen tres tipos de factores que ayudan a diagnosticar la EPA. Los factores definitivos son aquellos considerados por los profesionales como absolutamente determinantes para establecer el diagnóstico: requerimiento de ayuda para las actividades de la vida diaria, presencia de fluctuaciones motoras con un 25 por ciento del tiempo de vigilia en off durante los cuales existe limitación para realizar actividades básicas -aunque el paciente no requiera de ayuda-, disfagia severa, caídas recurrentes y demencia.