Redacción, 25-09-2018. Las personas atendidas en los servicios de farmacia hospitalaria son pacientes crónicos que padecen artritis reumatoide, Infección por VIH, esclerosis múltiple o pacientes oncológicos, según Vithas.
Los fármacos que precisan, prescritos por el facultativo correspondiente, no se dispensan en las oficinas de farmacia, es decir, en las farmacias habituales a las que todos tenemos acceso. Por este motivo tienen que acudir a un Servicio de Farmacia Hospitalaria, donde se ejerce una importante labor de vigilancia y control de este tipo de medicamentos.
Como afirma Juan Márquez, responsable del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Vithas Perpetuo Internacional “en muchas ocasiones el paciente se enfrenta a un sistema burocrático un tanto complejo para poder acceder a esos fármacos que necesita, todo ello teniendo en cuenta la habitual situación de vulnerabilidad o fragilidad que puede generar su estado”.
Tal y como comenta Francina Luaces, responsable del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “El farmacéutico conoce la situación basal del paciente y debe ser capaz de ponerse a su nivel, facilitarle, en la medida de lo posible, toda la burocracia requerida y hacerle saber que puede resolver todas sus dudas con total confidencialidad”, apunta la especialista.
El especialista en farmacia hospitalaria supone el escalafón final al que accede el paciente para obtener su medicación. Pero más allá de esto, “es la persona que conoce los efectos que los fármacos dispensados pueden ocasionar, tanto positivos como negativos. Además, debe ser capaz de garantizar, en la medida de sus posibilidades, la adherencia del paciente a su tratamiento”, explica Montse Pellicer, Directora de Farmacia del grupo Vithas.