Redacción, 18-05-2018.- La Federación Española de la Diabetes (FEDE), con motivo de la celebración del Día Mundial de la Hipertensión (17 de mayo) y del Día Europeo de la Obesidad (19 de mayo), ha decidido recordar los riesgos que suponen estas enfermedades para las personas con diabetes tipo 2, y en especial los de carácter cardiovascular. Y es que tanto la hipertensión (HTA) como la obesidad muestran una prevalencia muy alta entre las personas con diabetes tipo 2 y son factores que pueden desencadenar enfermedades coronarias, como accidentes cardiovasculares o cardiopatía isquémica, según ‘FEDE’.
Estas son, a su vez, la principal causa de fallecimiento entre los pacientes con diabetes, por lo que desde FEDE se insta a este colectivo y aquellas personas en riesgo de padecer la enfermedad a adoptar hábitos de vida saludables, basados en el ejercicio físico y una alimentación equilibrada; además de a revisar su tensión arterial y peso regularmente.
De acuerdo con diversos estudios, se calcula que el 70%-80% de las personas con diabetes tienen algún tipo de sobrepeso u obesidad; y en torno a un 50%-60% padece HTA, aunque estos datos aumentan en pacientes mayores y que sufren complicaciones renales. La adherencia de los pacientes al tratamiento debe abarcar, no solo la toma del medicamento prescrito, cuando se dé el caso, sino un gran autocontrol y corresponsabilidad del mismo con las rutinas saludables que debe adoptar.
Según ha comentado Andoni Lorenzo, presidente de FEDE, “dado que la HTA no suele presentar síntomas (dolores de cabeza y náuseas), hasta fases avanzadas de la patología, y que es habitual que los pacientes subestimen la importancia de los problemas de peso en relación a la salud, desde FEDE queremos llamar la atención sobre la necesidad de llevar a cabo revisiones regulares de la tensión y del peso”.
Los objetivos deseables de tensión arterial en personas con diabetes según la Sociedad Europea de Hipertensión son 130/80 mmHg y, en personas con obesidad, una pérdida de peso del 5%-10%, puede mejorar el control de la patología, de acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Española de Diabetes (SED), aunque en los casos de obesidad severa puede llegar a considerarse la cirugía bariátrica.