Redacción, 14-02-2014.- El actual modelo asistencial del Sistema Nacional de Salud debe experimentar cambios profundos para orientar sus estructuras a la atención de las enfermedades crónicas y, para ello, es necesaria una mayor concienciación de políticos, clínicos y directivos, según ha insistido Rafael Bengoa, miembro del Consejo Asesor de la Comisión Europea en Sanidad, demografía y Bienestar, durante la Jornada “Gestión del paciente crónico: cómo anticiparse al futuro”, organizada por Medical Practice Group.
Para este experto, a pesar de que uno de cada seis españoles adultos asegura padecer una enfermedad crónica, “estos enfermos sufren, en estos momentos, un modelo asistencial que no les conviene, que no les tiene en el radar y que es reactivo a sus necesidades en lugar de proactivo”. En términos de calidad asistencial, ha explicado Bengoa, «esto no puede continuar porque los crónicos ya son mayoría y la sostenibilidad del sector depende principalmente de un cambio en la gestión de crónicos”.
La jornada contó también con la participación de Óscar Moracho, socio de Innova Salud y experto en Gestión Sanitaria, quien coincidió con Bengoa en que la actual organización de la asistencia sanitaria no cubre las necesidades de los pacientes crónicos, lo que hace necesario la implantación de nuevas formas de gestión que reorienten las organizaciones sanitarias y acaben con esas carencias. “El principal reto de los servicios de salud es el desarrollo de estrategias de gestión orientadas a este tipo de enfermos. Sólo a través de ellas, se logrará una asistencia de calidad y se contendrán los costes asociados a las mismas. Crecerá, por tanto, la demanda de profesionales que aporten enfoques innovadores en esta área”, ha resaltado.
Para Rafael Bengoa, que fue pionero en España en la implantación de un sistema de atención a la cronicidad durante su etapa como consejero del País Vasco, existen tres grandes bloques de acciones que permiten reorientar el sistema asistencial a este tipo de pacientes: los programas que convierten a los pacientes en agentes activos de su enfermedad por medio de la autogestión de la misma; los programas que aseguran la continuidad de cuidados por medio de una mejor coordinación de los niveles asistenciales (incluidos los sociales) y un tercer grupo de intervenciones relacionadas con la tecnologías. “La suma de esas tres intervenciones nos permite hacer más y mejor en casa, más y mejor en Atención Primaria, más y mejor en servicios sociales y menos y mejor en hospitales”, ha añadido.
Pero, en opinión de Rafael Bengoa, el sistema de salud no cambiará sólo en esta dirección. Es necesario ejercer un liderazgo claro para conseguir esta transformación y los clínicos tienen un papel clave en ella. “Cualquier conformismo con el modelo actual debilitará al sector público y permite preparar al sector para aventuras privatizadoras”, ha aseverado.
La formación, al parecer de Bengoa, jugará un papel clave en este cambio. Especialmente, la formación en liderazgo clínico, entendiéndose ésta como aquella que permite a los profesionales de la salud innovar en organización y gestión de sus organizaciones. “Servirá más aquella formación que se ofrezca a los profesionales en aquellos centros que operen en un marco de autonomía responsable con sus clínicos y menos en aquellos centros que operen en un marco de gestión clásico de ordena y mando“, ha puntualizado.
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