Redacción, 02-09-2017.- Un grupo de expertos reunidos por la Fundación ECO han editado una guía para el Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Páncreas, en colaboración con Celgene. Una hoja de ruta para facultativos que va desde el diagnóstico y estadiaje hasta consejos y pautas para la cirugía y los tratamientos que existen en la actualidad.
El cáncer de páncreas es mucho menos frecuente que otros tumores y apenas se detectan 6.500 nuevos casos al año en España y su incidencia va en aumento. Sin embargo, es el tercero con más muertes en España y en 2020 se va a convertir en el segundo, sólo por detrás del cáncer de pulmón”, apunta Alfredo Carrato, vicepresidente de la Fundación ECO, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y coordinador de esta guía. “La cirugía sigue siendo el único tratamiento curativo, a la que solo tienen acceso un 15-20% de los pacientes, pero la recaída de la enfermedad es muy frecuente, superior al 60% de los casos, con una supervivencia media de 23 meses”, apunta.
En cuanto a innovaciones oncológicas en este tipo de pacientes “desafortunadamente en el momento actual no existe un biomarcador pronóstico ni predictivo establecido de forma estándar en el cáncer de páncreas. Tampoco existe un tratamiento biológico dirigido a una diana específica, como sucede en otros tumores. Solamente quimioterapia”, explica el doctor Carrato.
La Guía, editada por la Fundación ECO y fruto del Proyecto Gall-GO, un trabajo publicado a finales de 2016 en la revista Clinical and Translational Oncology, hace una serie de recomendaciones para minimizar los tiempos diagnósticos como promover la sensibilización general, tanto dirigida a profesionales sanitarios como a población general sobre la detección precoz; la necesaria educación sanitaria en cuanto a los síntomas o signos de alarma (prurito, vómitos, dolor, ictericia, diarrea, pérdida de peso…), o la existencia de protocolos diagnósticos con prioridad para pacientes con alta sospecha clínica y consultas de alta resolución en las consultas de Atención Primaria. Los oncólogos además recomiendan que el individuo con alta sospecha clínica sea evaluado en menos de dos semanas e implantar programas de acceso precoz a Unidades Especializadas para la evaluación del caso, entre otras recomendaciones.