Redacción, 04-01-2018.-Muchas de las enfermedades orales comparten factores de riesgo con problemas cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias, entre otras. El Dr. Óscar Castro, presidente de la Organización Colegial, señala que “mantener unos hábitos bucodentales apropiados y las visitas periódicas al dentista, junto con un estilo de vida saludable, sin tabaco, limitando el consumo excesivo de azúcares y de alcohol, permiten disfrutar de una buena salud bucodental a lo largo de la vida”.
Por este motivo y, aprovechando la llegada del nuevo año, el Consejo General de Dentistas de España propone a los ciudadanos incluir en la lista de buenos propósitos algunos hábitos para mantener una buena salud bucodental.
Es imprescindible acudir al dentista una o dos veces al año, según la indicación para cada paciente. De esta forma, se puede diagnosticar a tiempo cualquier problema y abordarlo de una forma más sencilla. El Dr. Óscar Castro Reino, insiste en que el dentista “es el único profesional que puede diagnosticar enfermedades bucodentales e indicar el tratamiento correspondiente”.
Es fundamental llevar una higiene bucodental adecuada para evitar la aparición de caries y enfermedades periodontales. Se aconseja cepillar los dientes con pasta fluorada después de cada comida, como mínimo, dos veces al día, así como el uso del cepillo interdental o hilo dental. Los colutorios no sustituyen el cepillado.
Además es recomendable sustituir el cepillo de dientes cada 3 meses, puesto que va deteriorándose y desaparece su eficacia. Con el uso se va deformando y perdiendo su capacidad de limpieza, aunque no sea perceptible a simple vista.
Realizar autoexploraciones cada seis meses. El cáncer oral puede presentarse como una pequeña herida, úlcera, un bulto o una placa roja y/o blanca que no mejora notablemente dos semanas después de su aparición. A partir de los 40 años, es recomendable examinar los labios, el paladar, el interior de las mejillas, la lengua y las encías. En cualquier caso, esta autoexploración nunca puede sustituir las visitas al dentista.
Finalmente hay que llevar unos hábitos saludables basados en una dieta equilibrada (sin abusar del azúcar), evitando el tabaco y el alcohol.