Redacción, 07-06-2018.-Hasta un 10% de los pacientes en fase paliativa necesita ser tratado mediante la elaboración de medicamentos a través de la formulación magistral, ante las limitaciones de los fármacos disponibles en el mercado. Son datos de la Fundación Cudeca, que presenta la tercera edición del Manual de Cuidados Paliativos y Formulación Magistral, con la colaboración de Laboratorios Norgine, en el XII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos que empieza hoy en Vitoria. Los fármacos elaborados con formulación magistral ayudan a controlar el dolor y otros síntomas en aquellos pacientes que necesitan personalizar su tratamiento por diversas circunstancias, según ‘Comsalud’.
Aunque en la mayor parte de los casos el arsenal terapéutico comercializado suele dar respuesta a las necesidades del paciente, “el profesional se encuentra con muchas limitaciones, pues hay fármacos que se han retirado del mercado por no resultar rentables, otros sufren problemas de desabastecimiento durante largos periodos de tiempo, o simplemente las presentaciones disponibles en el mercado no permiten en determinadas situaciones un abordaje seguro y eficaz de los síntomas. Esto puede ser un contratiempo a la hora de abordar un síntoma concreto”, asegura José Luis Domínguez, coordinador del manual y enfermero experto en Cuidados Paliativos y Cuidados Paliativos Pediátricos en la Fundación Cudeca. Afortunadamente, destaca, “el profesional cuenta con la posibilidad de fabricar un medicamento a medida para sus pacientes a través de la formulación magistral”.
La formulación magistral es la capacidad de adaptar el fármaco a las especiales características del paciente, “ésta es una labor imprescindible que se realiza a diario en el servicio de farmacia de cualquier hospital y en farmacias especializadas de cualquier país desarrollado”, subraya Domínguez. Los síntomas que experimenta una persona con enfermedad avanzada a lo largo de todo el proceso pueden ser múltiples, algunos coincidentes en el tiempo, multifactoriales, intensos y, en bastantes ocasiones, de difícil control. Sin embargo, comenta, “el arsenal farmacológico comercializado no siempre va a poder dar respuesta a las necesidades del paciente, con lo que la formulación magistral trata de adaptar el fármaco al paciente, y no el paciente al fármaco”.
Las fórmulas magistrales están recomendadas cuando es necesario utilizar un principio activo que no está disponible como especialidad farmacéutica; cuando se necesita ajustar la dosis, forma farmacéutica o vía de administración a las necesidades de un determinado paciente; cuando uno de los componentes del excipiente no es bien tolerado; o cuando se precisa una sustancia en una forma farmacéutica no disponible en el mercado. Estos medicamentos individualizados deberán cumplir unos requisitos de calidad establecidos legalmente.