Redacción, 08-01-2014.- Entre el 10 por ciento y el 15 por ciento de las mujeres con prótesis mamarias pueden sufrir una contractura capsular durante el embarazo, según ha informado la experta en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de Porcuna&De Benito, Isabel De Benito.
No obstante, la especialista ha asegurado que la mayoría de las mujeres que tienen una prótesis de mama no tienen complicaciones después de los embarazos aunque, puntualiza, estos implantes sí aumentan «levemente» el riesgo de contractura capsular tanto en el embarazo como en la lactancia.
Dicho esto, De Benito ha aconsejado a aquellas que quieren aumentar su pecho que lo hagan después de quedarse embarazadas, siempre y cuando la gestación sea «inminente», ya que, según ha recordado, durante esta etapa los senos sufren modificaciones y, en ocasiones, es necesario realizar retoques después de haber tenido al hijo.
Asimismo, y en el caso de aquellas mujeres cuyo pecho se ha modificado durante los embarazos y que desean aumentar la talla, la experta ha informado de que se puede «rellenar» segmentariamente las mamas con grasa autóloga.
«Es un procedimiento que, hasta el día de hoy, se ha demostrado seguro y eficaz, pero requiere que la paciente tenga grasa suficiente. Sin embargo, esta técnica en ningún caso eleva las mamas, sino que las rellena», ha apostillado.
Abdominoplastia después del embarazo
Respecto a las abdominoplastias, la técnica que consiste en devolver el plano muscular a su posición original pre-embarazo, De Benito ha aconsejado realizarlas después de los embarazos con el fin de volver a unir los músculos rectos abdominales ya que, según ha comentado, los resultados de esta intervención sí suelen modificarse con otra gestación y volver a la situación que se tenía antes de operarse.
Asimismo, ha mostrado su «completo desacuerdo» con la decisión de algunas mujeres de someterse a una cesárea y, al mismo tiempo, hacerse una semiabdominoplastia. «Pudiendo tener un parto natural elegir una cesárea es siempre un error y, además, no somos partidarios de efectuar intervenciones de cirugía estética en el momento de hacer una cesárea ya que ella misma por sí sola supone un estrés quirúrgico para la madre, por lo que no se debe agravar con ninguna otra operación electiva», ha recalcado.
En este sentido, la especialista ha aconsejado esperar a que los tejidos recuperen, biológicamente, su forma y posición con el fin de saber cuánto hay que corregir para obtener un resultado preciso. «Lo único que aconsejamos junto a la cesárea es la sutura de la cicatriz externa de una manera que deje la menor marca visible con posterioridad. Aconsejamos esperar unos seis meses», ha zanjado.