Redacción, 14-08-2014.- Investigadores de la Universidad de Dartmouth, en Hanover, New Hampshire, Estados Unidos, demuestran en un estudio reciente que una parte previamente estudiada del cerebro, la corteza retrosplenial, es esencial para la formación de la base de recuerdos contextuales, los cuales ayudan a las personas a recordar acontecimientos que van desde desastres globales a cuestiones como dónde aparcó el coche, según informan en un artículo publicado en ‘The Journal of Neuroscience’.
Un aspecto importante de la memoria es la capacidad de recordar el lugar físico o el contexto en el que ocurrió un evento. Por ejemplo, al pensar en eventos con carga emocional, como los atentados terroristas del 11-S en Estados Unidos o el asesinato de John F. Kennedy, se recuerda no sólo el evento sino dónde estaba la persona que lo recuerda cuando sucedió.
Aunque se sabe que una red específica de regiones del cerebro es importante para la memoria contextual, no se conoce cómo las diferentes partes de la red contribuyen a este proceso. Mediante el uso de una tecnología recientemente desarrollada conocida como ‘chemogenetics’, el laboratorio del profesor David Bucci está empezando a dilucidar cómo las diferentes estructuras del cerebro contribuyen al aprendizaje y la memoria contextual.