Redacción, 11-04-2014.- La prevalencia de la enfermedad renal crónica (ERC) en España –que se sitúa en torno al 11 por ciento-, con una tasa elevada de factores de riesgo cardiovascular y un aumento progresivo de pacientes que necesitan diálisis, ha convertido a esta patología en un importante problema sanitario. Y es que, aunque la ERC es fácil de detectar en la práctica clínica mediante el análisis de la creatinina sérica y de la albuminuria, la mayoría de los pacientes son asintomáticos, por lo que cuando se llega al diagnóstico ya han perdido hasta un 50 por ciento de la función renal.
Consciente de este hecho, un grupo de investigadores de la Fundación Jiménez Díaz (FJD) ha dedicado los últimos tres años a identificar un panel de marcadores moleculares en orina asociados a la enfermedad renal crónica, y lo han conseguido. El hallazgo de dicho grupo, liderado por el Dr. Fernando Vivanco, Jefe Asociado del Servicio de Inmunología de la FJD, ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista Kidney International. Además, estos resultados han sido refrendados por un grupo de investigadores del Centre Universitaire des Saints Pères de Paris, quienes mediante una carta al editor han confirmado la validez de dichos marcadores en un estudio realizado en una cohorte independiente de pacientes.
En concreto, este estudio -que forma parte de la tesis doctoral de María Posada, integrante del equipo investigador- ha determinado un panel de 7 metabolitos que responden directamente a la presencia de la enfermedad renal crónica. «Pero lo más importante es que no sólo responden en estadios avanzados de la patología, sino que ya se muestran alterados en etapas iniciales, en las que el diagnóstico clínico es difícilmente abordable en la actualidad», explica el Dr. Vivanco.
Para llegar a identificar estos marcadores la aplicación de las ‘ómicas’ (proteómica y metabolómica) ha sido fundamental. Y es que, tal y como explica la Dra. Gloria Álvarez-Llamas, miembro del Servicio de Inmunología de la FJD, «estas técnicas permiten un estudio completo y sin sesgos de los fluidos biológicos». El hecho de que los 7 metabolitos relacionados con la presencia de enfermedad renal crónica puedan estudiarse a través de una muestra de orina simplificaría y mejoraría los procesos actuales. «Evitaremos hacer una biopsia del riñón y todo lo que eso supone en cuanto a tiempo, molestias, recursos», añade el Dr. Alberto Ortíz, nefrólogo en el centro madrileño. Además, «si gracias a estos marcadores detectamos de forma precoz la enfermedad renal crónica, podremos instaurar un tratamiento y, mediante el seguimiento de estos 7 metabolitos, comprobar si la terapia es eficaz y si con ella se detiene el avance de la patología a estadios más avanzados».
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PRÓXIMOS PASOS
Aparte de confirmar en cohortes más amplias de pacientes los resultados de este primer estudio, el grupo de la Fundación Jiménez Díaz está dirigiendo sus esfuerzos «a crear un ‘chip’ que permita analizar de forma automatizada las alteraciones de los 7 metabolitos y que sea fácilmente trasladable a la bioquímica clínica rutinaria», explica Álvarez-Llamas. De hecho, los investigadores confían en que «este test pueda estar implantado en la práctica clínica rutinaria en unos 5 años», apunta Vivanco, quien destaca la importancia de «seguir la tendencia, cada vez mayor, a ajustar las líneas de investigación básicas a las necesidades clínicas diarias».
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