Redacción, 11-02-2015.- Derrames cerebrales, ataques cardiacos y lesiones cerebrales traumáticas son enfermedades separadas con ciertas patologías comunes que permiten alcanzar un fin común: la muerte celular y daño por la hipoxia o falta de oxígeno.
En estos trastornos, la falta de suministro de sangre a los tejidos afectados inicia una vía de señalización que en última instancia detiene la producción de moléculas de ATP que liberan energía, una sentencia de muerte para la mayoría de las células.
Mediante el empleo de derivados de la humanina, un péptido natural codificado en el genoma de la mitocondria celular, investigadores de la Universidad BenGurión del Néguev, en Beerseba, Israel, están trabajando para interrumpir este proceso, lo que supone adquirir un tiempo precioso para los tejidos cuyos mecanismos celulares les han hecho detenerse.
«Estos hallazgos podrían proporcionar un nuevo compuesto para desarrollar terapias farmacológicas para enfermedades relacionadas con la necrosis, como lesión cerebral traumática, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio, condiciones para las cuales no hay tratamientos efectivos basados en fármacos disponibles en la actualidad [que funcionan bloqueando la necrosis]», afirma Abraham Parola, profesor de Química Biofísica en la Universidad Ben-Gurión del Néguev.