Redacción,03-06-2015.-José Javier Martínez Morcillo es desde ayer, que tomó posesión, el nuevo presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos para los próximos cuatro años, aunque ha integrado la Junta de Gobierno del Colegio en los últimos ocho años, primero como vocal y después, en el último mandato, como secretario. Con el objetivo de darle continuidad a los proyectos puestos en marcha por su antecesora decidió dar el paso de ocupar la presidencia, afirma el diario La Tribuna de Albacete.
Tres principios inspiran su nueva responsabilidad: que la farmacia sea sostenible, que sea un lugar profesional y el farmacéutico un profesional sanitario integrado en el equipo multidisciplinar que atiende a los pacientes.
– ¿Cuántos miembros nuevos se incorporan a la Junta de Gobierno y cuántos repiten?
– De los 13 miembros que componen este órgano cinco se incorporan por vez primera y el resto con variación de los cargos repetimos. En mi caso llevo ocho años, primero como vocal en el primer mandato de, y después como secretario. En este tiempo uno aprende a querer a la institución. La idea de presidir el Colegio surge de la obligación de darle continuidad al trabajo iniciado por la anterior Junta de Gobierno, y el primer reto pasa por lograr que las oficinas de farmacia como servicio sanitario que son sean espacios sostenibles.
– ¿Entiendo que no ha concurrido otra candidatura distinta a la suya teniendo en cuenta además que este puesto no está remunerado económicamente?
– Efectivamente así ha sido. Yo en el tiempo que llevo en el Colegio ni he vivido ni voy a vivir ahora de la presidencia, sino de mi trabajo como farmacéutico comunitario en Hellín. Esto se traduce en el amor a la profesión y la vocación de servicio.
– ¿El hecho de que el Campus de Albacete cuente entre su oferta de titulaciones con la de Farmacia le da un mayor impulso a la profesión?
– Si por supuesto, le da un gran impulso. Además la relación del Colegio con la Facultad de Farmacia es muy cercana. Nuestro objetivo es colaborar con ellos en todo lo que nos demanden.
– ¿Qué líneas de trabajo se plantea para estos próximos años?
– Hay un proyecto que nace con la nueva Junta de Gobierno y es el de impulsar la formación en seguimiento farmacoterapéutico. Se trata de una iniciativa que queremos implantar en todas las oficinas de farmacia. Empezó como un proyecto a nivel nacional, capitaneado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y que queremos implantar aquí.
– ¿Este proyecto tendrá una aplicación especial en los enfermos crónicos?
– Se aplicará a los pacientes que cumplan unos criterios de inclusión dentro de la oficina de farmacia, y que ante un problema de salud se le pueda hacer un seguimiento de su medicación.
Evidentemente es un servicio por el que no se puede cobrar, y por ello, el objetivo una vez se tengan resultados, es con los mismos demostrarle a la Administración sanitaria las bondades de su implantación, que revertirán en una optimización de recursos porque se evitarán ingresos y recrudecimiento de patologías. En suma lo que pretendemos es una mejora de la calidad de vida de los pacientes.
– ¿Tienen algún proyecto pendiente de desarrollar?
– Un caballo de batalla que tenemos pendiente es la regulación de la profesión en los centros sociosanitarios, algo que esperábamos que se desarrollase con la publicación de la Ley 2/2015, de 19 de febrero, por la que se modifica la Ley 5/2005, de 27 de junio, de Ordenación del Servicio Farmacéutico de CastillaLa Mancha. Sin embargo con el proceso electoral y el cambio de Gobierno se ha paralizado todo. Con la regulación se ganaría en la calidad de la prestación farmacéutica al paciente.
– ¿La nueva Ley aprobada en las Cortes ha cumplido con vuestros objetivos?
– Ha cumplido con muchos de ellos, pero ahora esperamos vía Decreto una regulación y desarrollo posterior de todos los puntos.
– Una de las grandes apuestas de la nueva normativa era el impulso de las farmacias del ámbito rural ¿se cumple éste requisito?
– Con el tema de la crisis las farmacias del ámbito rural se han visto muy perjudicadas. Está claro que las farmacias son establecimientos sanitarios pero para dotar a los farmacéuticos de herramientas tienen que ser espacios sostenibles. Por eso, el hecho de impulsar, como se pretendía con la Ley una serie de servicios que podrían ser remunerados sería un balón de oxígeno para los propietarios de farmacias rurales.
– ¿Cómo valora el proyecto de la receta electrónica?
– El proyecto ha sido un éxito a todos los niveles. Desde el primer momento nosotros hemos realizado aportaciones porque entedíamos que mejoraba la calidad de prestación del servicio. La implantación supera el 86%.