Redacción, 08-04-2015.- Julio Mayol es un referente en innovación digital. Jefe de Sección de Cirugía Colorrectal del Hospital Clínico San Carlos, también es profesor de Cirugía en laUniversidad Complutense de Madrid, académico Correspondiente de la Real Academia de Medicina y miembro del comité editorial del British Journal of Surgery, Journal of Gastrointestinal Surgery y World Journal of Gastroenterology. A día de hoy, es uno de los médicos más influyentes a nivel nacional, siendo director de Innovación del Clínico San Carlos; y con gran repercusión en el ámbito internacional, donde también es codirector del M+Visión Consortium, alianza entre la Comunidad de Madrid y el Instituto Tecnológico de Massachussets. Mayol, en esta entrevista concedida al portal Con Salud, sitúa a España como referente en salud digital.
¿Qué se siente al ser considerado una referencia en salud digital?
Me siento sorprendido, porque en realidad yo soy un usuario, no un experto en salud digital. Lo que soy es un experto en definir necesidades o problemas. Por eso, en la Unidad de Innovación del Hospital Clínico San Carlos nos convertimos en un grupo de trabajo a la búsqueda de herramientas y soluciones para la eHealth, la salud digital; porque parte de la necesidad que vemos diariamente en nuestros centros con nuestros sistemas de información nos produce mucha insatisfacción y que no sirve muchas veces para ofrecer una mejor atención a los pacientes
¿A qué nivel está el sistema sanitario español en salud digital?
Más avanzado de lo que podría parecer. España no es un país retrasado en salud digital, está por encima de la media dentro de los países desarrollados occidentales. Hay otros países, por ejemplo Alemania, que están mucho más retrasados que nosotros.
Pero el sistema sanitario parece adaptarse despacio a las nuevas tecnologías
Sobre todo porque la tecnología nos permite hacer cosas que todavía no sabemos si significan algo o van a mejorar realmente lo que hacemos. Recoger muchos datos podría ser bueno, pero todavía no lo sabemos. Los principales avances se producen en el “Internet de las cosas”, poder medir y sensorizar todo, realmente eso que es un gran avance, no sabemos desde el punto de vista sanitario si va a ser un gran avance, desde el punto de vista tecnológico sí.
A nivel de atención primaria, ¿les cuesta a los profesionales ponerse al día?
Hay algunos a los que evidentemente les cuesta, porque son tecnologías que no están diseñadas desde la necesidad del usuario. Pero hay algunos centros súper especializados, en EE.UU. por ejemplo, que lo que anuncian es que no tienen historia clínica electrónica. Es decir, se está produciendo un rechazo por parte de los profesionales de organizaciones para la utilización de herramientas que no mejoran sus resultados. No solo hay gente que le cueste adaptarse, sino que hay quien se ha adaptado y lo que están haciendo es desinvertir en salud digital, porque no ofrece los resultados que prometía. La eHealth es multifactorial, pero uno de los fallos es que no está desarrollada desde la necesidad del usuario
¿Podría el Big Data revolucionar el sistema sanitario?
Podría. Si los datos que tenemos son correctos, están bien recogidos y almacenados, podría servir para hacer cosas que nos permitan predecir ciertos patrones de enfermedad, o de riesgo, y por tanto prevenir. Sería medicina personalizada predictiva y preventiva. Pero eso todavía no lo hemos conseguido demostrar, es una hipótesis todavía más que una realidad, y no exenta de riesgos. Hay centros científicos que sin duda lo utilizan para sus investigaciones, pero eso no se ha convertido en una práctica clínica habitual.
¿Y sobre los wearables?
En realidad lo que atienden es más una necesidad por parte de algunos usuarios de autocontrol. Porque no sabemos muchas veces cómo eso tiene un impacto real y cuantificado en la salud de la gente. Lo que pasa es que los wearables son cool. Gusta llevar cosas “cool”, molonas, y la tecnología puede ser muy molona. Eso es lo que aprovechan las grandes empresas para recoger información. A lo mejor su interés es para más adelante, con el tiempo, pero ahora mismo de lo que se aprovechan las empresas tecnológicas es el atractivo que supone este tipo de tecnología, más que las ventajas reales que puede ofrecer a los ciudadanos.
Pero cada vez se presentan más wearables específicos que podrían incluso reducir el número de consultas innecesarias gracias a la monitorización constante
Sensores de telemedicina o medición a distancia hay desde hace tiempo y eso en algunas unidades se utiliza. Pero eso realmente no es mucha innovación, no es un cambio de modelo o de paradigma. Es simplemente hacer lo mismo que hacíamos antes con una tecnología más sofisticada; pero eso no es innovación, es modernización, renovación, actualización, porque no cambias lo que haces.
¿Tienen futuro las aplicaciones móviles en el ámbito sanitario?
Hay más de 15.000 apps sanitarias en el mundo. La cuestión es, ¿cuál de todas esas me sirve a mí? ¿Cómo decido? ¿Cómo selecciono? La información que yo genero siendo usuario, ¿cómo la utiliza el profesional que cuida de mí? ¿Cómo le llega la información? ¿La va a utilizar o no? ¿La necesita o no la necesita? Esas preguntas no tienen respuesta todavía. Imagina que yo tuviera 200 pacientes diabéticos y cada uno con su aplicación para diabetes. ¿Cómo integro yo toda esa información?
¿Existen centros que prescriban apps a sus pacientes?
Es anecdótico, hay algunos casos pero la mayoría no prescriben aplicaciones. Cuando eso ocurre, normalmente el médico hace una app o colabora en su creación y la prescribe a sus pacientes. Pero es solo a sus pacientes.
Hay mucha polémica sobre la seguridad de las apps. ¿Cómo se puede garantizar?
Eso requiere fiarse del que la desarrolla, validarla clínicamente, pasar por los comités de ensayos clínicos necesarios cuando son apps que interactúan con los pacientes, pasar por comités de seguridad informática, etc. Otra cosa es lo que hagan las empresas, pero desde el punto de vista del Sistema Nacional de Salud, requiere todo un proceso de estudio y validación de las aplicaciones que no es sencillo. Las apps que desarrollan empresas y que están colgadas en una App Store desde fuera de España es difícil saber cómo funcionan.
¿Cuáles son los proyectos en los que está trabajando ahora?
Nosotros estamos ahora mismo trabajando en inteligencia artificial con grandes bases de datos. Vamos a empezar a trabajar en Big Data relacionando datos de arquitectura con salud, hemos trabajado con bases de datos no estructuradas por Twitter, Facebook, para analizar calidad percibida sanitaria por parte de la gente. Hemos hecho cosas muy variadas. Pero fundamentalmente nuestro objetivo es trabajar multinacionalmente para desarrollar herramientas que sirvan en la toma de decisión de los pacientes, de los clínicos, de los gestores.
¿Cómo será, teniendo en cuenta todos estos factores tecnológicos, la atención sanitaria de aquí a unos años?
En los próximos 10 años no veo grandes cambios.
Fuente: ConSalud