Pregunta-Presenta su tercer libro, «El viaje de tu vida» (Planeta). ¿Todas las historias personales que cuenta de pacientes tienen final feliz?
Respuesta-Ya en el primer libro, «Lo mejor de nuestras vidas» hay dos capítulos donde los protagonistas, que son dos niños, fallecen. Es que esto ocurre, soy pediatra. Afortunadamente vemos morir a muy pocos niños, cada vez menos. A veces no hay finales felices.
P-Pero parece que con tanta carga positiva en sus obras podría usted morir de optimismo.
R-No, en absoluto; de hecho, en el libro se cuentan muchas miserias, fracasos, muchas penas, rupturas, duelo y pérdidas y errores. No son libros de autoayuda; ni de la vida es bella: lo es, claro que sí, pero a veces es difícil. En «Eres una madre maravillosa» dedico un capítulo entero al optimismo y cómo educar a nuestros hijos en él. Las cosas hay que afrontarlas con valentía, con ganas, con fuerza y tirar para adelante.
P-Uno de esos temas es el de la muerte de un ser querido, ¿cómo debemos afrontarlo con nuestros hijos?
R-Me toca muy de cerca porque hace unos meses mis hijos perdieron a su abuelita y aunque la enfermedad fue muy rápida, sí que me dio tiempo a tener conciencia plena del momento que iba a vivir con mis hijos y de prepararles. Creo que la muerte forma parte de la vida; a partir de los seis y siete años ya los niños lo entienden como algo irreversible. Esa persona ya no va a volver, ya no tienen fantasía. El mensaje que les transmití a mis hijos es que es muy doloroso perder a un ser tan querido, pero al final de todo el proceso tenemos que dar las gracias por todas las cosas bonitas que nos han dejado y quedarnos con los recuerdos maravillosos que nos van a hacer ser mejores personas. Con nuestros hijos podemos hablar de casi cualquier tema si elegimos las palabras adecuadas, el entorno y el momento.
P-También se ha atrevido a hablar sobre temas como el divorcio, la fecundación in vitro y el aborto.
R-Escribir sobre el tema del divorcio fue un acto de valentía, porque había pasado un poco por encima en los otros dos libros, pero muchos de mis lectores me lo pedían. Creo que tenía que hacerlo, son mis aprendizajes tras unos cuantos años en este viaje junto con mis hijos. En ese capítulo cuento lo que a mí me hubiese gustado que me hubiesen contado cuando yo me miré a ese espejo y tomé esa decisión.
P-En el libro hay 31 páginas sólo sobre la alimentación. ¿Qué pasa?
R-He escrito un capítulo que se llama «Alimentar a nuestros hijos. No es tan difícil», donde expongo toda la evidencia científica que tenemos hasta la fecha, verdades, mentiras y mitos. Los dos primeros años de nuestros hijos nos volvemos talibanes de la alimentación. Y entre los seis y los nueve tenemos una tasa de obesidad infantil de las más altas de Europa