Redacción, 02-12-2016.- La Alergología es una ciencia relativamente joven, lo que a veces conlleva cierta desinformación en la sociedad sobre estas enfermedades. Por ello, la Dra. Cots, alergóloga del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, nos da algunas claves para derribar los mitos que existen sobre la alergia a los ácaros.
Lo primero que señala la especialista es que la alergia a los ácaros puede afectar a la salud de diferentes formas, alterando la calidad de vida de las personas que la sufren. Dentro de estas alteraciones se pueden producir reacciones importantes, como episodios de asma severos, de difícil control. Es una alergia que debe tomarse en serio.
Es recomendable evitar tener mascotas de pelo ni pluma en casa de una persona alérgica a los ácaros del polvo, ya que éstos se alimentan de restos procedentes de humanos y de animales (escamas, pelo, etc.), lo cual ocasiona que la población de ácaros sea mayor mientras más personas y animales haya dentro de la vivienda.
Respecto a las épocas del año en las que hay más alergia, al necesitar ambientes húmedos siempre decimos que el otoño y la primavera son las peores épocas debido a que son las más húmedas y lluviosas; pero lo cierto es que el alérgico a ácaros puede estar mal en cualquier estación del año si se dan las condiciones ambientales necesarias.
Finalmente la especialista señala que mucha gente cree que una vez que aparece la alergia es imposible curarla, razón por la cual suponen que deberán soportar sus ataques de forma crónica durante su vida. Afortunadamente, hoy en día esto no es así ya que los alergólogos disponemos de tratamientos eficaces para controlar los síntomas, evitar la evolución de la enfermedad e incluso disminuir la sensibilización existente, como es el caso de la inmunoterapia o vacunas para la alergia. Las vacunas son el único tratamiento capaz de modificar la evolución de la enfermedad alérgica; su porcentaje de éxito es alto si se escoge bien el paciente y la vacuna que se va a administrar. Por este motivo es muy importante que sea un médico especialista quien las prescriba.