Redacción, 16-01-2015.- Detrás de la sensación de picor del chile o pimiento, está la capsaicina, una sustancia que abre las puertas de la investigación por los potenciales beneficios vinculados a su consumo moderado.
Son muchos los usos y beneficios que asocian a los pimientos ricos en capsaicina. Entre ellos, su empleo como analgésico en patologías como psoriasis, artritis reumatoide o neuralgias. El director en Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada y Catedrático de Fisiología en la misma, Jesús Rodríguez Huertas, explica que la acción calmante de esta sustancia se debe a que “en dosis bajas y controladas actúa sobre los receptores del dolor y cambia el foco de atención engañando al sistema nervioso central”.
A esta sustancia química también se le atribuyen otras virtudes, desde poder anticancerígeno hasta su acción como adelgazante, pasando por cualidades de afrodisíaco. Sin embargo, Rodríguez advierte que hay que ser cauto porque “lo que conocemos es muy poco, hay que investigar y trabajar mucho, lo que sí es cierto es que tiene un potencial enorme en distintas aplicaciones”.
El especialista señala que las investigaciones que han demostrado los beneficios de la capsaicina en el tratamiento de algunos cánceres como el de pulmón son todos estudios en cultivos celulares. Estos hallazgos apuntan que, selectivamente, la capsaicina es capaz de destruir muchas de las células cancerígenas sin alterar mucho las sanas.