Redacción, 24-05-2018.-Más de 1.000 especialistas en Reumatología se han reunido en el XLIV Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se celebra estos días en A Coruña. Uno de los temas que se han abordado en esta cita anual es la importancia del diagnóstico precoz y el manejo óptimo de la artritis psoriásica, una enfermedad de cursa con inflamación de las articulaciones, causando dolor, limitación para realizar las actividades diarias y lesiones que pueden derivar en la deformidad de las articulaciones, según ‘Lilly’.
Se estima que entre el 0,3 y el 1% de la población puede estar afectada de artritis psoriásica. Y de los pacientes con psoriasis, entre el 25 y el 35% de ellos pueden desarrollar una artritis psoriásica, dando lugar a incapacidades funcionales y disminución de si calidad de vida. En la mayoría de los casos los síntomas cutáneos de la psoriasis suelen aparecer antes que los síntomas articulares, de ahí la importancia de la coordinación entre especialistas.
En el marco del congreso se han comentado los resultados del ensayo SPIRIT-P1, que estudia la eficacia y seguridad de ixekizumab en comparación con placebo, en pacientes con artritis psoriásica activa que no habían recibido previamente tratamiento biológico.
Según ha destacado el Dr. Antonio Fernández-Nebro, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Regional Universitario Carlos Haya, de Málaga, “dada la complejidad de esta enfermedad es necesario disponer de nuevos fármacos capaces de funcionar por igual en todos los dominios de la enfermedad, incluyendo la artritis, la dactilitis, la entesitis y la afectación de piel y uñas. Según los datos del estudio SPIRIT-P1, después de 52 semanas de tratamiento con ixekizumab 80mg produjo mejorías sostenidas en estos cuatro dominios e inhibió el daño articular con buen perfil de seguridad consistente con lo observado en otros estudios previos».
En enero 2018, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitió una opinión positiva para ixekizumab, en monoterapia o en combinación con metotrexato, para el tratamiento de la artritis psoriásica activa en pacientes adultos que han respondido de manera inadecuada o que son intolerantes a uno o más fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME).