Redacción, 30-07-2019.- La deshidratación puede afectar en verano al 30% de las personas mayores, por lo que es importante vigilar que beban agua con frecuencia, así como los niños, deportistas y madres lactantes, aunque no tengan sensación de sed, según ha indicado Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Tal y como recoge Quirónsalud, la nutricionista ha recordado que el agua tiene un papel fundamental en nuestro organismo, pues estar bien hidratado ayuda a regular la temperatura corporal y también a encontrarse menos cansados. La deshidratación puede provocar complicaciones como pérdida de apetito, deterioro del rendimiento físico, náuseas, mareos, dificultad para concentrarse y difícil respiración con el ejercicio, entre otras.
La principal fuente de hidratación debe ser el agua, según Lourdes de la Bastida, aunque las infusiones, el café, granizados, gelatinas o platos como el gazpacho, también aportan un alto contenido en agua y pueden ser útiles para hidratarse durante el verano. Al consumir frutas y verduras durante el día también estamos aportando gran cantidad de agua, además de otros nutrientes que favorecen una correcta hidratación, por ejemplo el calabacín, berenjena, tomate, melocotón, sandía y melón. El consumo de aguas gelificadas con sabores puede ser de utilidad para personas que tengan dificultad al tragar o en personas mayores.
En el caso de las personas que practican deporte en verano, es importante que lleven agua siempre consigo y si el ejercicio se va a prolongar durante más de una hora, es recomendable consumir alguna bebida isotónica para reducir el riesgo de deshidratación.