Redacción, 06-04-2015.- La diabetes es una enfermedad en la que no sólo existen mayores niveles de azúcar en sangre sino una alteración vascular que implica a todos los vasos sanguíneos del organismo, incluidos aquellos que se encuentran en los ojos.
La retina es una capa sensible con células cerebrales que recogen imágenes y las envían al cerebro y que está constituida por vasos sanguíneos muy pequeños y finos. Al realizar una prueba denominada fondo de ojo se puede determinar la alteración del resto de vasos sanguíneos del organismo.
Según explica a Infosalus el doctor Álvaro Fernández-Vega, experto en retina y subdirector médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, es clave transmitir a la población que la diabetes es una enfermedad crónica y cuyo tratamiento depende en gran medida del paciente. «De la forma en la que controlen su enfermedad depende cómo vivirán en los siguientes 10 o 20 años», afirma el oftalmólogo.
Los problemas oculares se presentan igual en personas con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2, aunque la diabetes tipo 1 al aparecer antes es más agresiva ya que dispone de más años de evolución y su control puede tener una gran repercusión en el futuro. En los adolescentes es clave la formación en la enfermedad, en un momento en el que la búsqueda de la identidad puede llevarles a posiciones enfrentadas con sus padres.
«La diabetes tipo 2 se trata de una enfermedad que aparece más tarde en la vida y es más común entre personas con obesidad que no se cuidan pero con control de la dieta y más ejercicio se puede controlar en sus niveles iniciales, pero el paciente debe saber que es diabético aunque no se pinche insulina», señala el especialista.
Fernández-Vega considera que «hay que crear conciencia de que es clave la revisión oftalmológica ya que con un fondo de ojo se puede ver la vascularización global del organismo y el estado en el que se encuentran por ello corazón y riñón».
Los dos daños principales que ocasiona la diabetes en los ojos pueden tratarse desde distintas perspectivas, el aumento de líquido en el ojo o la producción anómala de vasos sanguíneos:
1- Edema macular: al consistir en un encharcamiento de la retina, se pincha por dentro el ojo para disminuir el edema pero no sólo en varios días sino de por vida ya que es un tratamiento crónico que se extiende durante toda la vida.
2- Vascularización anormal: es una forma más agresiva de tratamiento en la que se emplea el láser de forma indirecta para eliminar los vasos anormales proliferativos que pueden llevar a la ceguera completa. El láser quema zonas de la retina sin riego que producen factores de crecimiento que atraen sustancias a la zona para la vascularización y desaparece así la neovascularización anómala aunque el efecto del láser se ve a largo plazo.