Redacción, 10-06-2014.- Los bebés expuestos a un rango diverso de especies bacterianas en el polvo doméstico durante el primer año de vida parecen ser menos propensos a desarrollar asma en la primera infancia, según concluye un nuevo estudio publicado en ‘Journal of Allergy and Clinical Immunology’. Los niños que no eran alérgicos ni propensos a las sibilancias a los 3 años de edad fueron los más propensos a haber estado expuestos a altos niveles de bacterias, y paradójicamente, a altos niveles de alérgenos comunes.
Algunas de las bacterias protectoras son abundantes en cucarachas y ratones, fuente de alérgenos comunes, según la investigadora de la Universidad de California San Francisco (UCSF), en Estados Unidos, Susan Lynch, autora principal de este estudio multiinstitucional. Esta experta también vio que la exposición durante el primer año de vida al polvo del hogar con niveles más altos de dos grupos de bacterias que son abundantes en el intestino humano, Bacteriodes y Firmicutes, se asoció con un menor riesgo de asma en el análisis de 104 bebés.
Lynch, profesora asociada de Medicina en la División de Gastroenterología en la UCSF, señala que no hay un mecanismo obvio que explique la asociación, pero respalda la evidencia de investigaciones anteriores que apuntan fuertemente a la influencia de las especies microbianas en la conformación de la respuesta inmune.