Redacción, 07-03-2015.- Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario Ramón y Cajal para financiar el proyecto titulado ‘Incidencia del ictus en personas jóvenes atendidas en una Unidad de Ictus»‘, dirigido por el jefe del Servicio de Neurología, doctor Jaime Masjuan y uno de los especialistas que trató a Alberto Contador cuando padeció esta enfermedad.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología, cada año ocurren 120.000 ictus en España y unos 12.000 en la Comunidad de Madrid. Los ictus constituyen la primera causa de mortalidad en la mujer española y la segunda causa global. Asimismo, son la segunda causa de demencia tras la enfermedad de Alzheimer y son la primera causa de dependencia en el adulto.
Por ello, a investigación tiene tres objetivos básicos; en primer lugar, analizar el perfil de riesgo vascular en pacientes con ictus menores de 56 años ingresados en la Unidad de Ictus del Ramón y Cajal, teniendo en cuenta sus causas.
Analizar la atención urgente recibida por estos pacientes y divulgar los resultados del estudio a la población general para concienciar de la importancia de esta enfermedad entre las personas jóvenes.
El proyecto, que está dotado de una cuantía económica de 4.500 euros, parte del alarmante incremento que esta enfermedad está teniendo en personas jóvenes y de ahí el interés en estudiar pormenorizadamente este grupo de edad teniendo en cuenta los factores de riesgo que le caracterizan como la hipertensión arterial, la diabetes, la displemia, enfermedades cardiacas, el tabaquismo, el consumo perjudicial de alcohol, el sobrepeso o el estrés.
Respecto a esto, la impresión que tienen los especialistas es que la mayoría de estos pacientes desconocen la existencia de esta enfermedad, y por tanto no conocen por qué se produce. «Es una enfermedad cruel por su forma de aparición repentina que da poco tiempo de respuesta y por las secuelas que puede dejar», ha señalado el doctor Masjuan.
Por ello, los expertos inciden en la importancia de que la población general sepa reconocer los síntomas de un ictus en sus primeros momentos, como la aparición súbita de pérdida de fuerza en un brazo, la torcedura de la boca o los problemas para hablar.