Redacción, 23-09-2019.-El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) ha realizado un comunicado tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Orden del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social por la que se procede a la actualización en 2019 del sistema de precios de referencia de los medicamentos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Por este motivo ka Fundación IDIS realiza las siguientes consideraciones:
Esta actualización de los precios de referencia puede suponer ahorros – siempre necesarios para la sostenibilidad del sistema- pero se trata de una medida simple y cortoplacista que podría afectar a la capacidad de innovar que tiene la industria. Es necesario pasar a la acción llevando a cabo reformas estructurales urgentes, de tal forma que la sanidad gane eficiencia y competitividad, y asegurando una financiación adecuada para conseguir los mejores resultados de salud posibles teniendo como objetivo la satisfacción del paciente en su más amplio sentido.
Tal y como señalan la apuesta que la industria farmacéutica y de tecnología sanitaria hacen en I+D es clave para mejorar la salud de los pacientes. Por ese motivo, nos preocupan los recortes, que pueden ir en contra de la investigación, los servicios y las prestaciones. La innovación debe ser considerada como una inversión a largo plazo y, de hecho, sería mejor obligar a invertir que recortar.
Una reducción de los precios de los medicamentos afecta además a toda la cadena de valor del medicamento, al proceso de distribución y dispensación y a la asistencia que presta el farmacéutico, entre otros aspectos: podría poner en riesgo la red de farmacias y la distribución capilar del medicamento que tan buen servicio proporcionan. Pero, además, influye en el abastecimiento de medicamentos generado por la demanda de otros países donde los precios son más elevados.
El papel de la industria que fabrica medicamentos tanto originales como genéricos es clave en el avance de la salud, de la vida y de la economía. Sin embargo, su actividad en Europa está amenazada por el cierre de plantas que puede llegar a ocurrir debido a la producción de materia prima más barata por parte de países asiáticos. Esta situación podría conllevar una dependencia de esos países tanto en la producción como en la demanda que redundaría en un desabastecimiento al ser España un país donde el precio de muchos medicamentos es muy bajo.