Redacción, 12-10-2020.- La COVID-19 no es el único enemigo invisible que amenaza nuestra salud. La llegada del otoño, las lluvias y la bajada de temperatura no solo rescata la ropa de manga larga, las botas y el paraguas. Algunos viejos conocidos como la gripe, el moho o los ácaros aprovechan las mejores condiciones de humedad del otoño para ponernos las cosas un poco más difíciles.
Nuestro cuerpo está repleto de microorganismos que nos ayudan al metabolismo y procesos como la digestión o el tránsito intestinal. Pero no todos esos organismos invisibles son aliados. Algunas de las enfermedades típicas del otoño están provocadas por algunos organismos, bastante habituales, que con la llegada del mal tiempo incrementan su presencia.
Gripe: el segundo virus más buscado
Las humedades provocan una bajada de defensas y son un peligro para personas con enfermedades respiratorias previas. Los ambientes húmedos ya han sido calificados como de riesgo en varios informes de la OMS sobre enfermedades respiratorias. Un ambiente caldeado y estable en casa mejora la capacidad de las defensas de nuestro cuerpo y evita que gastemos energía innecesaria, por ello Murprotec advierte que los ambientes húmedos en el hogar se pueden generar con nuestra actividad diaria. Si el baño o la cocina no tienen buenos sistemas de extracción, las humedades pueden proliferar y suponer un serio varapalo a nuestra salud.
Proteger nuestra salud contra enemigos invisibles también pasa por hacer de nuestra casa un fortín impenetrable.