Redacción, 26-01-2015.- La implantación de la receta electrónica es ya mayoritaria en la sanidad pública española, ya que casi el 77 por ciento de los medicamentos se prescriben en este formato, lo que ha permitido reducir entre un 15 y 20 por ciento las consultas.
Así se desprende del último informe sobre ‘e-Salud’ aprobado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que se celebró recientemente, que muestra como cada mes se prescriben 62 millones de recetas en formato electrónico.
El Ministerio reconoce que este avance y la consiguiente reducción de las consultas aporta mayores garantías de seguridad para el paciente, algo en lo que coinciden los médicos de familia, los grandes beneficiados de esta medida. «Los que más ganan son los pacientes», según ha reconocido en declaraciones a Europa Press el presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Josep Basora, ya que permite a los médicos un mayor control de la medicación y ver que no hay contraindicaciones con otros fármacos. Asimismo, en el caso de los pacientes crónicos les evita visitas «innecesarias» a las consultas, ya que pueden ir retirando sus tratamientos directamente en la farmacia.
Pero la implantación de la receta electrónica también conlleva ventajas para los médicos de familia, asegura Basora, ya que ha supuesto una reducción «enorme» de burocracia en sus consultas, que les permite «priorizar en otros temas donde la Atención Primaria puede ser más resolutiva».