Redacción, 14-06-2020.- En los últimos meses toda la sociedad ha batallado contra un enemigo microscópico que ha cambiado nuestros días. Muchas personas se han contagiado y han desarrollado Covid-19 en diversos grados, leve, moderado y grave.
Tal y como recoge Quirónsalud, los síntomas asociados al Covid-19 pueden afectar el apetito y la capacidad para comer, lo que dificulta que se cumplan las necesidades nutricionales diarias. Gran parte de las personas afectadas, personas mayores de 60 años, ya parten de una situación de riesgo nutricional. Aunque hubiese tenido una situación nutricional aceptable es posible que su estado nutricional haya empeorado durante y después del Covid-19.
Para el doctor Gilberto Pérez López, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz, la fiebre y la dificultad respiratoria representan dos factores que aumentan el gasto energético.
También el aislamiento en estancias pequeñas y el reposo en cama inducen una disminución de la masa muscular en los pacientes.
Para este experto “la diarrea disminuye el estado de hidratación e induce la pérdida de electrólitos y otros minerales. Durante el ingreso hospitalario, muchos de los pacientes ingieren pocos alimentos por pérdida del gusto y del olfato que puede persistir varias semanas o meses tras la infección”.
El doctor Pérez López advierte que, si al pasar la infección se ha tenido dificultades para comer lo suficiente, o si ha perdido o está perdiendo peso, masa muscular o fuerza, es posible que necesite
orientación y valoración por un equipo de Endocrinología y Nutrición. “El estado nutricional, el peso corporal, así como el apetito son aspectos especialmente relevantes para una recuperación completa de la enfermedad”, asevera el doctor.
Gilberto Pérez López proporciona unos consejos para una alimentación equilibrada ante el coronavirus:
- Alimentos con alto contenido en proteínas: las proteínas son esenciales para recuperar la masa muscular y potenciar al sistema inmunitario. En este grupo se incluyen: carne, pescado, huevos, legumbres y tofu, entre otros.
- Hidratos de carbono: para tener un aporte de energía y fibra. Los ejemplos incluyen patatas, pan, pasta, arroz y cereales.
- Frutas y verduras: aporta fibra, vitaminas y minerales importantes para el sistema inmunológico.
- Alimentos lácteos: para el calcio y otros minerales importantes para mantener los huesos y dientes sanos.
- Agua: para una buena hidratación. El especialista recomienda beber una cantidad suficiente que evite tener sensación de sed. Hay que revisar el color de orina. La orina concentrada (amarillo intenso) es un signo de deshidratación.