Redacción, 25-04-2020.- La angustia y el sentimiento de soledad, sumado a la incapacidad de despedirnos de un ser querido, puede llevar a muchas personas que en estos días han perdido a algún familiar por la enfermedad de Covid-19 a una posible depresión.
Tal y como recoge el Hospital La Salud, para aliviar esta situación, y para que las personas pueden compartir su miedo a la muerte y el dolor que se han mezclado así como cualquier otra angustia ante la incertidumbre del momento, el servicio de Psiquiatría del hospital La Salud ha puesto en marcha una plataforma para asistir a los pacientes mediante videoconferencia (telepsiquiatria.es). No requiere darse de alta ni ningún tipo de descarga. Se le envía un enlace al paciente para que pueda conectarse directamente.
“No poder decir adiós, no poder ver el cuerpo de un ser querido o imaginar lo que podrían haber sufrido, son recuerdos que permanecen con las personas y, a menudo necesitan ayuda para pasar página. Familias y amigos que no han tenido la oportunidad de honrar a sus madres, padres, abuelos, cónyuges, hermanos y hermanas. Por el contrario, solo han podido experimentar una fugaz despedida entre grandes medidas de seguridad médica, con la agonía de no poder dar un abrazo o coger de la mano a ese ser querido, que es lo humanamente básico”, explica el psicólogo del Servicio de Psiquiatría del hospital La Salud, Tony Crespo.
Crespo asegura que “este dolor puede verse incrementado, si a todo lo anterior le sumamos que las familias pueden quedar confinadas en cuarentena, sin poder abrazarse ni consolarse, viviendo con el temor de que otro miembro de su familia pueda también enfermar. Los humanos necesitamos del contacto social, de las relaciones personales, y no hay medida de cuán doloroso y horrible es para las personas en este momento”.
“Los rituales entorno a la muerte- añade- son muy importantes para un dolor saludable, ya que poder reunirse en un funeral junto a la familia, es un momento de conexión vital para las personas. Cuando más sufren las personas ante una perdida es cuando quieren abrazar a su ser querido y no pueden hacerlo”.
A muchas personas les alivian ciertas acciones encaminadas a manejar el dolor; acciones como ver fotos y videos antiguos de su ser querido e incluso escribirle cartas; otras en cambio prefieren hablar con ellos y decirles aquello que creen que les quedo pendiente, o simplemente lo mucho que les extrañan.
Por otro lado, asegura Tony Crespo, “podemos encontrarnos con personas que necesiten de un apoyo profesional, personal e individual, porque no logran vencer esa pena y ese dolor inmenso por la perdida.