Redacción, 23-09-2014.- Los bebés prematuros, especialmente aquellos nacidos con muy bajo peso al nacer (MBPN), son particularmente vulnerables a la infección por citomegalovirus (CMV), por sus sistemas inmunológicos inmaduros. La infección por CMV, que puede causar una enfermedad grave y, en casos extremos, llevar a la muerte, tiene dos importantes fuentes potenciales: las transfusiones de sangre y la leche materna.
En un nuevo estudio publicado en ‘JAMA Pediatrics’, los investigadores han confirmado que la estrategia común de la transfusión de productos sanguíneos a los niños de MBPN que son CMV-seronegativos y leucorreducidos (productos sanguíneos con células blancas de la sangre limitados) previene eficazmente la transmisión del CMV a través de la transfusión de sangre, de forma que la leche materna se convierte en la principal fuente de infección por CMV post-natal entre los lactantes de MBPN.
El estudio clínico prospectivo involucró a 462 madres y 539 niños de MBPN en tres unidades de cuidados intensivos neonatales, entre enero de 2010 y junio de 2013. La mayoría de las madres tenían antecedentes de infección por CMV antes del parto (seroprevalencia de CMV del 76,2 por ciento). Los niños fueron inscritos a los cinco días del nacimiento y, en el momento de la inscripción, no habían recibido una transfusión de sangre.