Redacción, 25-09-2020.-La música no sólo amansa a las fieras como dice el refranero popular, sino que está demostrado científicamente que escuchar canciones o piezas musicales que traen buenos recuerdos y sensaciones a los pacientes ingresados en una UCI ayuda a reducir los niveles de ansiedad durante su estancia en un hospital.
Además, según una investigación de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión, en Nueva Orleans, escuchar 30 minutos de música clásica es suficiente para reducir significativamente la presión arterial alta.
Tal y como recoge Sanitas, la música también ejerce otros beneficios en la salud de las personas y, de hecho, la musicoterapia se utiliza ampliamente tanto en residencias de personas mayores como en centros escolares, siendo una de las herramientas también más utilizadas con personas con capacidades diversas porque fomenta la sensación de bienestar físico y psíquico en todas las etapas de la vida.
Grecia de Jesús, psicóloga de Blua de Sanitas explica que la música puede repercutir asimismo en la autoestima personal y en la concepción que tenemos de nosotros mismos siempre y cuando, eso sí, haya una intencionalidad.
“No se trata de escuchar música por escucharla, sino de decidir qué melodía o canción es la más adecuada para nosotros en cada momento. Por ejemplo, si nos encontramos en episodios de estrés, escuchar una pieza clásica musical puede calmarnos y disminuir los niveles de ansiedad en nuestro organismo”, aclara.
De igual manera, escuchar una canción que nos evoque buenas vibraciones y energía a primera hora de la mañana, puede ser definitorio para el día que vamos a tener por delante.