Redacción, 17-08-2020.-Las vacaciones de verano suelen ser sinónimo de descanso, viajes, amigos, familia y diversión. Sin embargo, tras la pandemia y dados los actuales rebrotes en determinados lugares de España a causa del coronavirus, este periodo del año está cambiando de significado para algunas personas, que empiezan a relacionarlo con episodios de estrés, ansiedad e incluso depresión, según Sanitas.
La incertidumbre de no saber si se va a poder disfrutar de las vacaciones que habíamos imaginado o planeado durante el confinamiento, unido a las medidas extraordinarias de higiene, seguridad y distanciamiento social que hay que mantener para evitar nuevos contagios y el miedo a estos, está provocando reacciones adversas al periodo estival.
Sobre todo, después de que 4 de cada 10 españoles haya señalado el confinamiento como un reto emocional muy duro, según el estudio ‘Bienestar Emocional y Covid-19’ de Sanitas. Ante ello, María García, psicóloga de Blua de Sanitas, recomienda fomentar y nutrir la resiliencia y aceptar con la mayor naturalidad posible los cambios o adversidades que puedan sobrevenir durante el verano, tanto si se viaja fuera como si se opta por quedarse en casa.
“Se trata de mantener una actitud vital realista y optimista a pesar de las circunstancias difíciles y ser capaz de superar las adversidades que se vayan presentando, que pueden ser desde la cancelación de un vuelo hasta la imposibilidad de desconectar al 100% del trabajo durante las vacaciones. Es decir, ser conscientes de las implicaciones de la situación actual, con sus pros y sus contras, pero centrándose más en las partes positivas y útiles de ello. Aceptar que no podemos cambiar aquello que no depende de nosotros y que esto no significa que no podamos disfrutar”, explica María García.