Redacción, 13-03-2014.- La salud renal y la del corazón van muy de la mano ya que los riñones son órganos muy vascularizados, están llenos de arterias y pequeños capilares, y todo lo que afecta a los vasos sanguíneos tiene un efecto sobre ellos. Por este motivo, los enemigos del corazón como la vida sedentaria, el tabaquismo o la obesidad hacen muy buenas migas con la enfermedad renal.
Los riñones depuran la sangre del organismo y colaboran con otros órganos para mantener la composición corporal, como el pH o los niveles de bicarbonatos, sodio o potasio. Además, estos órganos tienen una importante función endocrina al producir la eritropoyetina, una hormona que envía señales a la médula ósea para producir más glóbulos rojos, y participar en las últimas fases de la activación de la vitamina D en el cuerpo.
Según explica a Infosalus Roberto Martín, director médico de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, la enfermedad renal en muchos de los casos es ‘silente’ aunque los factores asociados al riesgo cardiovascular pueden aumentar su incidencia. Como principal factor desencadenante de la insuficiencia renal, Martín apunta a la diabetes del adulto, la diabetes tipo 2.
El principal indicador en el funcionamiento renal es el filtrado glomerular, la velocidad a la que el riñón filtra la sangre del organismo. El funcionamiento óptimo se fija en un filtrado de 120 ml por minuto, una cifra que con el paso de los años va disminuyendo, aunque como apunta el facultativo, esto no significa que el envejecimiento suponga el fallo de los riñones.
Martín apunta que el eslogan ‘Riñón y envejecimiento’ elegido este año para la celebración del Día Mundial de la Salud Renal busca una mayor concienciación entre los mayores de 40 y 50 años, ya que la ausencia de sintomatología hace difícil diagnosticar el inicio de la enfermedad y puede desembocar en muchos casos en una insuficiencia renal que requiere un tratamiento de diálisis o un trasplante.
Además, en esta época de la vida aumentan los riesgos de desarrollar diabetes del adulto y con ello la posible afectación para los riñones, ya que supone el factor de riesgo más importante en el desarrollo de la insuficiencia renal. Sin embargo, Martín se muestra más optimista en lo que se refiere a la detección de la enfermedad renal en los pacientes en los que se controla la diabetes, ya que señala que si siguen los controles y las recomendaciones médicas pueden controlar mejor la salud de sus riñones.
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INDICADORES Y DATOS DE SALUD RENAL
El especialista descifra algunos de los indicadores y recomendaciones más útiles para mantener sanos nuestros riñones:
1. Seguir una alimentación equilibrada y practicar ejercicio de forma moderada ayudan no sólo a la salud cardiovascular sino también a un mejor funcionamiento renal.
2. Hay que controlar la tensión arterial de forma periódica y mantener a raya los niveles de colesterol.
3. Si se presenta algún síntoma como orina oscura, espuma en la orina, síntoma éste de que se pierden muchas proteínas, o algún tipo de dolor hay que acudir al médico de cabecera.
4. Siempre que se tengan molestias urinarias o infecciones de orina recurrentes hay que consultar al especialista. No es algo común, pero existen infecciones del tracto urinario que pueden ascender a los riñones como en el caso de la pielonefritis, un tipo de infección renal grave.
5. Los hombres tienen un mayor riesgo renal que las mujeres, en una proporción de aproximadamente 1,5 a 1. La incidencia de la insuficiencia renal está disminuyendo pero los últimos datos apuntan a una prevalencia de unos 1.100 enfermos por millón de habitantes, de los que un 51% han pasado por un trasplante de riñón que funciona, un 44 por ciento está en hemodiálisis y un 5% se somete a diálisis peritoneal.
6. Los antiinflamatorios se encuentran entre los fármacos que más dañan la salud renal, al incidir en gran medida sobre su capacidad de filtrado, y su abuso puede dar lugar a un fracaso renal agudo. Martín señala que en términos generales la automedicación es dañina pero que en el caso de los riñones, el uso de analgésicos de manera indiscriminada puede tener efectos muy patentes al agravar los casos de insuficiencia renal.
7. Aunque no existen alimentos malos para los riñones sí que debe controlarse la ingesta de sodio, sobre todo en los hipertensos, y aquellos que perjudican la salud de los diabéticos, además de controlar las grasas y los factores que inciden sobre la salud de los vasos sanguíneos.
8. La creatinina es uno de los valores en las analíticas sanguíneas o en las pruebas de orina que ayudan a los especialistas a evaluar el funcionamiento renal. La creatinina es eliminada del cuerpo completamente por los riñones, si la función renal es anormal los niveles de creatinina se incrementan en la sangre debido a que se elimina menos creatinina a través de la orina.
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