Redacción, 31-12-2019.- La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) advierte que las uvas son uno de los alimentos con mayor riesgo de atragantamiento o asfixia por lo que deben evitar comerlas los niños menores de cinco años y los mayores de 65.La costumbre española de dar la bienvenida al Año Nuevo con las uvas al son de las campanadas puede ser bastante peligrosa. Las uvas, por su tamaño y su piel resbaladiza, pueden propiciar que se traguen sin masticar y generen un taponamiento de las vías aéreas, impidiendo al niño respirar, recuerda la SEORL-CCC.
También deben tener cuidado con ellas los mayores de 65 años y quienes sufren disfagia, un trastorno de la deglución que consiste en la dificultad para masticar o tragar y que afecta a más de dos millones de españoles. La incidencia de asfixia en personas mayores de 65 años es siete veces mayor que en niños de 1 a 4 años, según una revisión publicada en la revista Geriatrics.
Otros alimentos típicos de la Navidad como los frutos secos o los polvorones también son causa habitual de atragantamientos. Desde la SEORL-CCC se recomienda no dar frutos secos a los menores de cinco años ya que los fragmentos duros que se desprenden al morderlos pueden obstruir las vías respiratorias.