Redacción, 21-01-2021.- Las personas con sobrepeso y obesidad parecen tener más probabilidades de tener un nivel bajo de vitamina D, en comparación con las personas con un IMC normal. Algunos estudios lo han comprobado. En uno realizado con mujeres, se halló que aquellas tomaron vitamina D perdieron 2,7 kg de grasa en 12 semanas, en comparación con alrededor del -0,5 kg que bajó el grupo que tomó placebo de la mencionada vitamina. Cabe destacar que las que adelgazaron perdieron grasa pero no mucho peso corporal, pues también subieron 1,4 kilos de músculo.
Tal y como recoge Vozpopuli, otra revisión de 11 estudios sugirió que tomar suplementos de 625 a 15 000 mcg de vitamina D mensualmente durante 1-12 meses puede reducir el IMC y la circunferencia de la cintura en personas con sobrepeso u obesidad.
Sin embargo, la relación causa-efecto del déficit de vitamina D con el aumento de peso no está lo suficientemente estudiada, aunque todo parece indicar que hay una correlación evidente. Lo que sí está debidamente comprobado es que las personas con sobrepeso suelen necesitar 1,5 veces más vitamina D que las que tienen un IMC normal, y que las personas con obesidad pueden necesitar 2 a 3 veces más.
Señales y síntomas de tener deficiencia de vitamina D
La deficiencia de vitamina D generalmente no se asocia con síntomas notables a menos que la deficiencia sea grave, por lo que la mayoría de las personas no saben que la padecen hasta que se hacen un análisis de sangre. Sin embargo, una deficiencia grave y prolongada puede provocar los siguientes síntomas:
- Anomalías dentales.
- Espasmos musculares.
- Convulsiones.
- Problemas del corazón.
- Raquitismo (reblandecimiento y debilitamiento de los huesos).
Alimentos ricos en vitamina D
Los alimentos más ricos en vitamina D son el pescado azul, como el salmón, la sardina, la caballa o el arenque. El aceite de hígado de bacalao es una fuente concentrada, con tomar una cucharada al día tendrás la dosis diaria necesaria. Deberías comer 3-4 veces pescado a la semana.
Los huevos y los lácteos son otra rica fuente, eso sí, la leche y el resto de sus derivados como yogures o quesos, no pueden ser desnatados. La vitamina D es liposoluble, es decir, se disuelve en grasa así que, si eliminas esa grasa del alimento, también estás eliminando sus vitaminas.
El aguacate y algunas setas como el champiñón, así como las carnes magras y frutas o verduras, son también buenas fuentes de vitamina D
También podrías tener una buena dosis de vitamina D a través de suplementos, pero es es mejor que lo hables con tu médico una vez que sepas que tienes esta deficiencia.