Redacción,- 27-02-2020.-El gluten es una proteína que está presente en las semillas de cereales como el trigo o el centeno, así como en algunas variedades de avena. La celiaquía es la enfermedad que impide a las personas que la sufren digerir esta proteína por completo, desencadenándose una reacción adversa. En España, el 1% de la población padece celiaquía y más de un 75% de los celíacos no está diagnosticado, según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos en España.
Tal y como recoge Sanitas, la enfermedad celiaca es de carácter intestinal, aunque sus efectos también tienen consecuencias en la salud bucodental. Así, la celiaquía puede afectar a los tejidos o a la estructura ósea de las piezas dentales, provocando una serie de problemas orales, algunos de ellos, de carácter irreversible.
“Los estragos de esta enfermedad para la salud bucodental van desde la sequedad, que genera ausencia de saliva y, por tanto, un incremento de las posibilidades de sufrir otras patologías como las caries, hasta defectos en el esmalte, como decoloración o manchas en los dientes de carácter permanente. También hay un mayor riesgo de generar aftas o llagas de forma recurrente en los tejidos blandos de la boca”, apunta Berta Uzquiza, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental. En niños, una de las complicaciones que más se presenta es el retraso de la erupción de los dientes permanentes.
Las afecciones de la intolerancia al gluten en la salud bucodental pueden ayudar a detectar la celiaquía de forma precoz, algo importante para tratar el problema desde sus primeras fases. De esta forma, se puede evitar la aparición de otras afecciones asociadas a la enfermedad celíaca, como la diabetes tipo 1 o la gastritis atrófica, entre otras.