El doctor Antón Arrien, coordinador de Traumatología de la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao destaca en su conferencia ‘Rotura de cadera, nuevas soluciones’ que “según los últimos datos disponibles cada año en España se registran en el conjunto de todas las Comunidades Autónomas del orden de 50.000 fracturas de cadera. De ellas, tres de cada cuatro corresponden a mujeres y el resto, a hombres”. El experto ha puesto de manifiesto que cada año, “la edad media de la fractura de cadera en nuestro país aumenta. De hecho, el 80 por ciento de las fracturas de cadera en España se concentra en los mayores de 75 años. Si tomamos como referencia el grupo de edad correspondiente a mayores de 65 años, se ve que corresponde a más del 90 por ciento de los casos de fractura de cadera”.
Ante esta situación, el experto ha hecho hincapié en que “la prevención de la osteoporosis y de las caídas en personas mayores es esencial, ya que son las dos principales causas de las fracturas de cadera en nuestro país. No hay que olvidar que la tasa de mortalidad tras la fractura de cadera en pacientes mayores, al año de producirse, se sitúa entre el 25 y el 30 por ciento. Es importante distinguir que esta tasa de mortalidad está asociada exclusivamente a la fractura, no a los distintos tipos de tratamiento que pueden emplearse en el paciente mayor ante este problema de salud”.
La fractura de cadera prácticamente siempre es quirúrgica
El doctor Antón Arrien ha continuado señalando que “las fracturas de cadera en pacientes mayores casi siempre son quirúrgicas, independientemente de la edad. De otro modo, tanto el dolor como el encamamiento pueden ser altamente perjudiciales para unos pacientes, ya de por sí, con una elevada tasa de morbilidad, es decir, con varios problemas de salud presentes al mismo tiempo que la propia fractura”.
El experto ha puesto de relieve que la cirugía de cadera se practica en todo el mundo “incluso con pacientes con 100 años y más, ya que la alternativa de no operar, suele ser peor. Conviene recordar que el mayor riesgo de la fractura de cadera es, precisamente, la embolia pulmonar, debido a los sangrados internos que se producen con la fractura y los periodos de inmovilización y encamamiento que suelen seguir a este tipo de fracturas”.
Tratamientos
El traumatólogo ha distinguido los tipos de tratamiento quirúrgico de la fractura de cadera, en función de sus tipos. “En el caso de que la fractura se halle en el cuello femoral (la parte exactamente por debajo de la cabeza del fémur, que encaja con la pelvis), se puede optar por la implantación de unos tornillos canulados o por prótesis de cadera, bien sean totales o parciales”.
Si la fractura es trocantérea o pertrocantérea (el trocánter mayor es la parte más saliente del hueso del fémur en la parte superior y lo que vulgarmente se entiende como la anchura máxima de la cadera), se puede plantear la operación con clavos-placa, clavos-gamma o los tallos elásticos de Ender”.
Por último, cuando la fractura es subtrocantérea (por debajo del trocánter y más cercano a la mitad del fémur) “el tratamiento quirúrgico suele ser un clavo gamma largo”. El coordinador de Traumatología de la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao ha incidido en que, “la mejor rehabilitación tras la colocación de una prótesis de cadera es caminar desde el día siguiente a la operación”.