Redacción, 11-07-2020.- El verano es sinónimo de vacaciones, de ocio, de encuentros familiares y de amigos… Rutinas diferentes que afectan también a nuestros hábitos alimentarios en la medida en que introducimos en nuestra dieta algún que otro capricho gastronómico o mayor ingesta de alimentos y bebidas a los que no estamos acostumbrados. Pequeños excesos que pueden repercutir en nuestro estado de forma, según Quirónsalud.
Los especialistas ofrecen consejos para disfrutar de la temporada estival sin que ello nos pase factura en la báscula.
La especialista en nutrición de Quirónsalud Marbella, la doctora Jimena Abilés Osinaga, subraya la importancia de mantener una rutina saludable; “durante el verano se tiende a hacer menos ejercicio y los horarios de comida son más desordenados pero es necesario concienciarse y mantener una rutina sin saltarnos comidas – explica la especialista quien destaca también la calidad de los alimentos – debemos procurar comer alimentos que nos aporten vitalidad y energía. En este sentido, la cesta de la compra de esta estación del año es rica en minerales y antioxidantes, ideales para mantener a raya nuestro peso y frenar el envejecimiento prematuro de nuestras células”.
La doctora Abilés aconseja adaptar la ingesta calórica y hacer una dieta rica en vegetales y alimentos proteicos, reduciendo en la media de lo posible los hidratos de carbono.
La nutricionista ofrece una recomendación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, el denominado Plato Saludable, donde se indican las proporciones de cada grupo de alimentos que se deben considerar en cada comida.
“Si imaginamos que esta comida o esa cena es un plato, la mitad de ese plato debería estar cubierta de vegetales (verduras, frutas y hortalizas). En la medida de lo posible, cuantos más colores entren, mejor ya que de esta forma se garantiza el aporte de diferentes nutrientes y la dieta será más completa. La otra mitad del plato restante será dividida en 2 partes por igual. Una de ellas le corresponde a la proteína saludable (proteínas procedentes de legumbres, las carnes, los huevos y los pescados) y el otro cuarto de plato que queda es lo que corresponde a la parte rica en hidratos de carbono (patata, boniato, y cereales)”, destaca la experta.
Según esta distribución, la proporción en el plato quedaría 50% vegetales, 25% de alimentos ricos en proteínas saludables y un 25% de alimentos de hidratos de carbonos.