Redacción, 29-05-2020.- Los cereales han sido y son la base de la alimentación de nuestro entorno y constituyen parte de una dieta mediterránea saludable. Son ricos en hidratos de carbono y la principal fuente de energía junto con las grasas, motivos por los que la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) los ha elegido como eje principal del Día Nacional de la Nutrición (DNN) y cuyo lema, este año, es «Cereales. Vayamos al grano».
Tal y como recoge FESNAD, la Dra. Ascensión Marcos, su presidenta, ha explicado que “hemos escogido este año los cereales por su buen valor nutricional, que además mejora cuando estos alimentos se combinan entre sí o con otros productos como legumbres o alimentos de origen animal. Además, el consumo de cereales aporta energía fácil de asimilar por el organismo y se pueden consumir en cualquier momento del día”.
Los cereales aportan hidratos de carbono, minerales, vitaminas y proteínas
Los cereales son los alimentos más económicos en referencia a sus costos en calorías y proteínas. Además, aportan hidratos de carbono, minerales, vitaminas B y E y enzimas. Respecto a los cereales integrales, son más ricos en nutrientes y aportan fibra insoluble, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales.
Las diferencias principales en la composición de cada uno de los cereales están en su contenido en fibra y sales minerales, siendo la avena el cereal más rico en fibra de todos. Además, es importante reseñar que, tras el proceso del refinado, es decir, el que se realiza para obtener harinas, puede conllevar la pérdida de fibra insoluble, sales minerales y vitaminas por lo que se recomienda, en la medida de lo posible, consumir cereales de grano entero o integrales.
Entre los cereales que más se consumen y se producen se encuentran el trigo, el arroz y el maíz. Por lo que respecta al arroz, su componente mayoritario son los hidratos de carbono. Apenas tiene grasa y aporta vitaminas, sobre todo del grupo B como el ácido fólico y minerales como el potasio.
También cabe mencionar los denominados pseudocereales, como son el trigo sarraceno y la quinoa. “Técnicamente no son cereales, explican desde la FESNAD, pero son producidos y consumidos del mismo modo que los cereales tradicionales”.
La intolerancia al gluten
Cabe destacar que, para los intolerantes al gluten, es necesario eliminar este conjunto de proteínas de la dieta. Entre los cereales con gluten se encuentran el trigo, la cebada y la avena. Sin embargo, existen algunos cereales que no contienen esta proteína como es el caso del maíz, el arroz, el mijo o la quinoa, entre otros.