Son muchas las razones para acudir a este especialista: desde infecciones urinarias, problemas en la próstata, en el riñón o disfunciones sexuales masculinas, entre otras.
Y aunque menos conocida, algunos pacientes acuden a consulta por la enfermedad de peyronie. Consiste en una cicatriz o fibrosis en el pene que produce dolor o incurvación del órgano durante la erección. Lo que puede provocar molestias durante las relaciones sexuales o incluso disfunción eréctil, es decir, la imposibilidad de conseguir una erección suficiente para mantener una relación sexual.
Pero la disfunción puede aparecer también por otras causas. Normalmente está relacionado con el sistema vascular y son factores de riesgo la hipertensión, la diabetes, el colesterol y el sedentarismo.
Y entre los motivos de consulta más habituales está la litiasis o la presencia de piedras en el aparato urinario, que afecta aproximadamente a cerca del 12% de los hombres y al 6% de las mujeres.
Pero aunque no se padezca dolencia alguna se recomienda que ellos visiten al urólogo alrededor de los 45 años para prevenir la aparición de patologías.