Redacción, 12-03-2014.- Los niveles de polen de gramíneas amenazan esta primavera con igualar o superar a los del año pasado, cifras las de entonces (5.400 granos por metro cuadrado) que alcanzaron máximos diarios de concentración que no se registraban desde el año 2007.
Según ha destacado el Presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el Dr. José María Olaguibel, durante el encuentro «Previsiones de los índices de polen», esta primavera será de «alto riesgo» para los cerca de ocho millones de alérgicos que viven en España.
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«Casi el 20 por ciento de los españoles podrían verse afectados este año por la alergia»
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“El total de polen de gramíneas recolectado en cada temporada muestra una estrecha relación con lluvia, humedad y temperaturas registradas durante los meses de octubre a marzo. Así, el modelo predictivo desarrollado por nuestro Comité en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha aporta como resultado un total de 5.600 granos/m3 de aire para esta primavera”, ha explicado el Dr. Francisco Feo, Presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC.
Pero, además de las gramíneas, hay otros pólenes alergénicos que alcanzan notable relevancia a lo largo de todo el año en las diversas zonas geográficas españolas: cupresáceas de enero a marzo; plátano de sombra en próximas fechas y de forma cada vez más destacada en las grandes ciudades; mayo y junio como meses clásicos de las gramíneas y el olivo (Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha). «Igualmente destacable es el polen de parietaria en la costa mediterránea, una maleza muy alergénica y de prolongada polinización”, ha matizado.
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«Sólo uno de cada diez alérgicos reaccionan ante un único polen, y las gramíneas reactivan los demás tipos»
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ALERGIA A LA ALTERNARIA
Clásicamente, la alergia primaveral hace referencia de manera exclusiva a los pólenes, sin embargo, cada vez alcanza mayor relevancia la alergia a la Alternaria, un hongo que también se encuentra en las plantas, y que afecta al 15 por ciento de la población. La sensibilización a la Alternaria se asocia de manera muy estrecha al asma bronquial y a la rinoconjuntivitis, y afecta más a los niños que a los adultos.
La mayoría de los alérgicos a este hongo también lo son a pólenes, pero la presencia de asma es superior en este grupo de pacientes, 67 por ciento en alergia a Alternaria frente al 40 por ciento en alérgicos a gramíneas.
“El asma por Alternaria muestra una peor evolución que el provocado por los pólenes de gramíneas y olivo, con mayor riesgo de descompensación clínica y asistencias a urgencias”, ha precisado el doctor Feo, quien ha añadido que estas “atenciones aumentan en las jornadas posteriores a días de lluvia, en momentos de tormenta y ante cambios meteorológicos bruscos. Este fenómeno favorece una mayor penetrabilidad en el árbol respiratorio, incrementado las crisis asmáticas”.
Mantener la alergia bajo control minimiza su impacto. En este sentido, los expertos instan a descartar una posible alergia a la Alternaria ya que, según ha subrayado el Dr. Feo, “la vacuna específica resulta muy eficaz”. Y es que para los niños alérgicos a este hongo, que “tienen síntomas prácticamente todo el año”, los inhaladores no dejan de ser parches que no ayudan a modificar el curso de la enfermedad.
El Presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC ha explicado que “las esporas de Alternaria están presentes durante casi todo el año a nivel atmosférico, pero la liberación de sus alérgenos se incrementa con temperaturas de 20-30º y alto grado de humedad. Por este motivo, el riesgo para los alérgicos a Alternaria comienza en el mes de abril y se prolonga hasta el mes de julio. Además, hay otro período de reactivación en otoño durante los meses de septiembre a noviembre”.
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RINITIS LOCAL
En algunos pacientes con síntomas de alergia respiratoria el estudio alergológico habitual puede resultar negativo a pesar de presentar síntomas claramente alérgicos. “Repetimos el estudio alergológico y, temporada tras temporada, no se consigue diagnosticar el alérgeno responsable de una clínica muy sugestiva de alergia. En este grupo de pacientes la respuesta alérgica es exclusivamente local, por lo que los métodos diagnósticos habituales resultan insuficientes», ha comentado el experto.
El test de provocación nasal se realiza estimulando al paciente con el alérgeno en el órgano afectado. Se trata del único método complementario que permite el diagnóstico de este grupo de pacientes. Los cambios que provoca la exposición al alérgeno a nivel nasal se miden con gran exactitud mediante una rinometría acústica .
Tal y como ha concluído el Dr. Feo, de esta forma se determina la causa alérgica de los síntomas nasales de pacientes hasta ahora no diagnosticados. El diagnóstico etiológico permite establecer el tratamiento con inmunoterapia o vacuna específica, y modificar el curso natural de la enfermedad alérgica.
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