Redacción, 24-01-2021.- Hasta la fecha se han descrito varias alteraciones de la piel asociadas a la infección por Covid-19, entre ellas erupciones parecidas a los sabañones, que aparecen con más frecuencia en manos y pies, según ha indicado Carmen Alcántara, dermatóloga de Quirónsalud Córdoba, que ha explicado que estas lesiones pueden aparecer en pacientes asintomáticos, o surgir en la fase de convalecencia en aquellos pacientes que sí manifestaron síntomas, a veces incluso semanas después del proceso infeccioso.
La doctora Alcántara ha señalado que estas lesiones no son una manifestación de infección por coronavirus activa.
Dado que la relación entre el virus y las lesiones de la piel es aún incierta, «cabe ser prudentes y tratar cada caso de forma individualizada, si bien algunos estudios ya sugieren que los pacientes con sabañones en zonas distales deberían ser estudiados para Covid-19, dada la implicación clínica y epidemiológica«.
Lesiones por exposición continua al frío
En invierno y debido a las bajas temperaturas se producen los sabañones, cuyo nombre técnico es eritema pernio o perniosis. Se trata de lesiones inflamatorias de la piel causadas por la exposición continua al frío, debido a la contracción de los vasos sanguíneos de las partes más distales, siendo las localizaciones más típicas los dedos de las manos y de los pies, la nariz y las orejas, según Quirónsalud.
La especialista ha afirmado que se desarrollan de forma aguda, como tumefacciones rojas o violáceas que producen picor, dolor y sensación de quemazón. En los casos más severos, la piel llega incluso a formar ampollas y ulceraciones.
Estas lesiones son más frecuentes en niños, mujeres, personas con masa corporal baja o con problemas de circulación.
Aunque la curación espontánea es común de 1 a 3 semanas, al darse en los meses más fríos, pueden solaparse unos brotes con otros, llegando de esta forma a persistir a veces prácticamente durante todo el invierno.
En este sentido, la doctora ha insistido en que el pilar más importante del tratamiento es la prevención, usando ropa aislante y calzado impermeable que evite el contacto directo de la lluvia, hielo o nieve sobre la piel. Es importante mantener la adecuada calefacción del hogar, pero sin exponer manos o pies directamente a fuentes de calor como estufas o radiadores, «ya que los cambios bruscos de temperatura aumentan el riesgo de aparición de estas lesiones», ha recalcado. Asimismo, evitar la inmovilidad, hacer ejercicio físico con regularidad y masajear las zonas propensas ayudarán a estimular y mantener un buen flujo sanguíneo.