Redacción, 24-12-2019.-Desde la Asociación Española de Pediatría recuerdan que las vacaciones son el momento “perfecto” para reafirmar hábitos de vida saludables como hacer ejercicio o comer en familia o fomentar el diálogo entre padres e hijos adolescentes, así como darles ejemplo en sus actuaciones.
El consumo excesivo de alcohol o tabaco por parte de los adultos puede hacer que los adolescentes lo perciban como algo normal. “Nunca es un buen momento para comenzar con estos hábitos”, asegura la doctora María García- Onieva, secretaria general de la AEP. De igual manera, es especialmente importante predicar con el ejemplo a la hora de retirar el móvil o cualquier otro tipo de pantallas de la mesa y prestar atención a las conversaciones con el resto de los miembros de la familia. “La comunicación es un factor fundamental en la prevención de innumerables trastornos desde psiquiátricos, hasta alimentarios o adictivos”, explica la doctora. “Prestar atención a los más jóvenes les hará sentir que son importantes, reforzará su autoestima y nos recordará a los adultos, que no son muy distintos de cómo éramos nosotros a su edad, con otra estética, otros dispositivos tecnológicos más avanzados, pero, en el fondo, con los mismos deseos, sueños, esperanzas y preocupaciones”, explica esta experta. Además, la AEP recuerda que es conveniente aprovechar el tiempo libre para fomentar la práctica de actividades en familia y, a ser posible, al aire libre. De esta manera, “podemos iniciar a los adolescentes en la práctica de algún deporte o compartir con ellos el que ya practiquen, favoreciendo así que realicen la hora diaria de ejercicio recomendado. Ir a ver las luces de Navidad, dar un paseo por el campo o una excursión en bici son algunas actividades aeróbicas muy recomendables para practicar en familia”, indica García-Onieva.
Los expertos destacan como otro aspecto importante durante estas fechas mantener la higiene del sueño y una variada alimentación. “Conviene recordar que el descanso en niños y jóvenes es fundamental para su desarrollo cerebral, tanto, como una completa y variada alimentación lo es para su desarrollo físico”, matiza la doctora. En este sentido, en opinión de la doctora García-Onieva, “la Navidad es un momento ideal para intentar que niños y adolescentes prueben alimentos que no están en su dieta en el día a día: mariscos, determinadas carnes y pescados y de manera excepcional, algún dulce típico de estas fechas”.