Redacción, 22-07-2014.- Con la llegada del calor sale a luz una parte de nuestro cuerpo que ha estado escondida a lo largo de diez largos meses, los pies. Acostumbrados a llevar calcetines y calzado cerrado durante tanto tiempo el cambio no es fácil, y por eso los expertos recomiendan un especial cuidado durante los meses de verano.
En la playa, en la piscina o incluso en la calle, es muy habitual andar descalzos, por lo que es muy fácil hacerse cortes, clavarse objetos, sufrir xeroxis (Sequedad severa de la piel) etc. Por ello, Leire Unanue, podóloga y vocal del Colegio Oficial de Podólogos del País Vasco, recomienda, “hacer una inspección visual de la planta del pie un par de veces por semana, y en caso de localizar cualquier cuerpo extraño no intentar sacarlo con métodos de dudosa procedencia, es mejor acudir a un especialista; Ante cualquier corte lavar la zona con agua y jabón, curar con antiséptico y llevarla tapada para evitar sobre-infección. Para evitar la xerosis hidratar los pies a diario, evitando los espacios interdigitales.
Otro de los aspectos a tener en cuenta, tal y como afirma la experta, es que, “no solemos aplicarnos protector solar al dorso del pie, y es una zona muy expuesta al sol, así que esta parte sufre quemaduras con frecuencia”.
Además, una gran preocupación en la época estival son los hongos, ya que en las piscinas es más fácil el contagio, “mucha gente piensa que los pies se secan solos, y no es así. El exceso de humedad debilita la piel y esto la hace más sensible frente a infecciones. Es imprescindible que siempre que salgamos del agua hagamos un buen secado plantar e interdigital, tanto en la playa, en la piscina, como por supuesto, en casa.