Redacción, 04-02-2014.-“Los efectos de los tratamientos oncológicos sobre la fertilidad pueden llegar a ser devastadores”. Así lo manifiesta la doctora Carmen Calatayud, codirectora de CREA (Centro Médico de Reproducción Asistida). Por ello aconseja que las mujeres que vayan a recibir un tratamiento oncológico preserven la fertilidad antes de iniciar la quimioterapia o radioterapia. “De la celeridad con la que se actúe dependerá en gran medida el éxito de preservar la fertilidad”, si bien puntualiza “cada caso debe ser analizado de forma individualizada ya que cuando hay presencia de metástasis, se podría desaconsejar la estimulación ovárica”.
Entre las secuelas de los tratamientos oncológicos se encuentran la amenorrea (ausencia de menstruación) y la disminución de la reserva ovárica que llega a quedar como si la mujer tuviera 10 años más.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, la doctora Calatayud considera fundamental la comunicación y sincronización entre el oncólogo y el centro de reproducción “para actuar con la mayor celeridad posible que permita la preservación de la fertilidad”, al tiempo que solicita a los oncólogos que se conciencien de la importancia de poder recurrir a terapias que, siendo igual de efectivas para el tratamiento oncológico, afecten lo menos posible a la fertilidad de la mujer.
La doctora Calatayud quiere transmitir tranquilidad y esperanza a aquellas mujeres que padecen cáncer y desean ser madres, “gracias a los avances en preservación de la fertilidad, una mujer con cáncer no está condenada a renunciar a una futura maternidad”.
CREA, referente nacional en reproducción asistida, fue de los primeros centros en abandonar el método clásico de congelación en favor de la vitrificación ya que mantiene los embriones a bajas temperaturas y evita la formación de cristales intracelulares con lo que se minimiza el daño celular por la crioconservación. “La técnica de la vitrificación posibilita una mayor efectividad al lograr una mejor conservación de los embriones y una mejor tasa de implantación, lo que se traduce en mejores tasas de embarazo”.
Otro de los tratamientos para la preservación de la fertilidad en las mujeres es el autotransplante de ovario que consiste en trasplantar el ovario en una zona alejada de donde se vaya a recibir radioterapia para que esta no afecte a la reserva ovárica. En los casos en los que se reimplanta tejido ovárico, no solo se preserva la fertilidad, sino que se puede recuperar además la función endocrina del ovario.
Por lo que respecta a la preservación de la fertilidad en el varón que vaya a recibir tratamiento oncológico se realizará previamente la congelación de sus espermatozoides. Se valorará la supervivencia de la congelación de cada muestra congelada y según el resultado se aconsejará congelar tantas muestras como sea posible antes del comienzo de la terapia.
“Gracias al avance de estas técnicas podemos preservar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres que por motivos médicos o de otra índole deciden guardar su material genético para poder posponer sus deseos reproductivos y que gracias a los avances en preservación de la fertilidad, la aparición de un cáncer, no supone renunciar a tener descendencia” afirma la doctora Calatayud.