Redacción, 30-05-2018.-Mariano Barbacid es un investigador español que descubrió en 1982 el primer oncogén humano, un gen mutado que provoca cáncer. Su regreso a España marcó una nueva época, la del interés político por la investigación. Barbacid aborda en una entrevista con ‘ABC’ los últimos avances oncológicos y de cómo los medicamentos más novedosos permiten administrar un tratamiento personalizado. Recogemos a continuación parte de la entrevista.
Pregunta-¿Cómo está cambiando la genómica la forma de tratar el cáncer?
Respuesta- El órgano donde se origina el cáncer ya no es el tema central de la Oncología. Para escoger el mejor tratamiento y entender los tumores debemos conocer su DNI molecular, las mutaciones genéticas presentes en el tumor. En estos momentos conocemos los errores que conducen a la formación de un tumor aunque no cómo pararlos. Como el cáncer son más de cien enfermedades diferentes, el progreso no llega de la misma manera para todos los cánceres. Habrá hallazgos que mejoren la supervivencia e incluso podremos curar algunos tumores, pero en otros casos será imposible. Lo estamos viendo con la inmunoterapia. Es una herramienta fantástica pero no funciona para todos los tipos de cáncer.
P- ¿Estamos siendo demasiados triunfalistas con la inmunoterapia?
R- Tengo amigos oncólogos que me cuentan la satisfacción de ver cómo responden a la inmunoterapia enfermos que iban a morir. Luego están las cifras: solo un 20 por ciento de los pacientes de cáncer de pulmón sobreviven a largo plazo. Hay un 80 que, o no puede recibir el tratamiento, o cuando lo recibe no responde. Uno de los grandes problemas de la inmunoterapia es que no se sabe quién va a responder.
P- La medicina personalizada está dando sus primeros pasos pero falta una estrategia nacional.
R- El problema es que es muy cara. El tratamiento de inmunoterapia está alrededor de 60.000 euros. Si el paciente no responde, la Sanidad pública habrá tirado ese dinero a la basura, pero si funciona serán 60.000, más 60.000, más 60.000.
P-El precio de los medicamentos contra el cáncer se ha duplicado en los últimos diez años. ¿Debería alcanzarse un pacto con la industria para que los tratamientos sean asumibles?
R- Yo, en esto, voy a contracorriente y defiendo a la industria. Evidentemente, los gobiernos deben negociar con la industria, pero no se debe pensar en la industria como los malos de la película.
P- ¿Cómo está siendo esta época como investigador?
R- Terrible. No a nivel personal porque hemos logrado financiación europea y mi grupo está relativamente bien financiado, pero el país está en un momento desastroso. Me parece una irresponsabilidad que la clase política esté abandonando el I+D en España.
P- Cáritas ha pedido que se suavice el triunfalismo cuando se habla de recuperación de la crisis. ¿Esto también se puede aplicar al mundo científico?
R- No es que no avancemos, es que estamos retrocediendo gravemente. Yo regresé a España en el año 98, era un momento en el que parecía que España se iba a comer el mundo. No veo una España tecnológica e industrializada.
P-Hoy, ¿volvería a España?
R-No, ni se me ocurriría. El máximo de ayuda del gobierno en proyectos de investigación está en menos de 400.000 para cuatro años. Y lo han dividido de tal manera que este año a la directora del CNIO le han dado 35.000 euros. La gente joven se va y los mayores abandonan la investigación.