Redacción, 29-04-2015.- Manuel Martínez-Sellés, Jefe de la Sección de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), Profesor Titular de la Universidad Europea de Madrid (UCM) y Presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), explica en una entrevista concedida a ‘Consumer’ que «La crisis económica ha implicado una reducción del acceso a estos tratamientos, aunque los profesionales sanitarios se esfuerzan en seleccionar bien a los pacientes y evitar que fallezcan de enfermedad cardiovascular mientras aguardan en la lista de espera para recibir un tratamiento».
A continuación, por su gran interés, reproducimos íntegramente la entrevista que Clara Bassi realiza para ‘Consumer’ al Presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiologías.
PREGUNTA: ¿Qué porcentaje de la población de personas mayores está afectada por las enfermedades cardiovasculares?
Estas enfermedades son la primera causa de muerte en toda la población y, de forma muy particular, en personas de edades avanzadas, ya que el 50% de las muertes en mayores de 65 años tiene una causa cardiovascular. Las enfermedades cardiovasculares que tienen más prevalencia son la hipertensión y la arterioesclerosis, y su prevalencia aumenta de forma exponencial con la edad avanzada.
PREGUNTA: ¿Cuántos de esta población mayor afectada por una enfermedad cardiovascular acaban necesitando una cirugía?
«Hoy en día la cirugía cardiaca, comparada a otros momentos históricos, no tiene un papel predominante. En la actualidad, representa menos del 5%. La mayoría de las enfermedades cardiovasculares se resuelven con tratamientos médicos o con intervenciones percutáneas, a través de cateterismos. Cada vez más enfermedades de las arterias coronarias, como la cardiopatía isquémica (estrechamiento de las arterias del corazón), o las valvulopatías, se pueden resolver con tratamiento médico y un procedimiento por cateterismo. Cada vez hay más tratamientos farmacológicos y tratamientos percutáneos.
PREGUNTA: ¿Estos procedimientos se pueden considerar dentro de la cirugía mínimamente invasiva?
Estos procedimientos no se pueden considerar de cirugía mínimamente invasiva (CMI), porque se realizan a partir de un pinchazo en la ingle o en la muñeca, mientras que la CMI son intervenciones con pequeñas heridas quirúrgicas. En este caso, ni siquiera se practican heridas quirúrgicas, sino que se realizan pequeños cateterismos, mediante pequeños tubos, para corregir la patología existente y, por lo tanto, son menos invasivos que la CMI. Desde el punto de vista clínico, se ha abierto el abanico de pacientes mayores que se pueden beneficiar del tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.
PREGUNTA: Desde el punto de vista económico, ¿la estrechez presupuestaria de la sanidad dificulta el acceso de estos pacientes mayores a los tratamientos?
La crisis económica lo que ha hecho, más que dificultar los tratamientos, es que el número de pacientes que pueden optar a ellos se reduzca. Esto nos lleva, desde el sentido médico, a elegir bien los casos que pueden beneficiarse. Desde criterios economicistas ha habido cierta tradición a considerar que las personas mayores necesitan tratamientos más costosos y que no tiene sentido. Lo primero que hay que tener en cuenta, en caso de patología cardiovascular, es que es más frecuente en personas de más edad, que también son las que más se pueden beneficiar de estos tratamientos.
PREGUNTA: Además, aunque la persona que recibe uno de estos tratamientos sea de edad avanzada, puede vivir muchos más años, ¿es así?
En cuanto a la esperanza de vida, es elevada. La esperanza media de una niña al nacer, hoy en España, es de 85 años. A una mujer de 80 años, no es que le queden cinco años de vida, sino al menos diez años más de esperanza de vida: puede llegar a los 90. Podemos hacer mucho por los pacientes y estos pueden vivir muchos años, tanto desde el punto de vista mental como físico. No hay que limitar las técnicas diagnósticas ni los tratamientos a personas mayores por criterio exclusivo de la edad, sino, en todo caso, solo si hay alguna otra enfermedad debido a la cual el paciente no deba ser candidato.