Redacción, 26-06-2020.- María Río, vicepresidenta y directora de Gilead en España, aborda en una entrevista con La Razón, la labor realizada por Gilead España en esta lucha frente al Covid-19.
Pregunta- ¿Hay algo bueno que se pueda sacar de esta crisis?
Respuesta- Podría parecer que de una situación como ésta no se puede sacar nada bueno, sin embargo, son muchas las lecciones que hemos aprendido. Por ejemplo, hemos comprobado que tenemos alrededor personas extraordinarias que nos dan mucho más de lo que es exigible: sanitarios, farmacéuticos, agricultores, ganaderos, tenderos, empleados de supermercados, mensajeros, cuerpos de seguridad, funcionarios de limpieza, conductores de transporte público y privado, investigadores, científicos… Hemos descubierto que nuestra vida anterior a la pandemia era mejor de lo que creíamos y por eso queremos recuperarla. Pero, sobre todo, hemos redescubierto el valor de la vida, la de cada uno y la de todos las demás.
P- ¿Cree que en un año tendremos una solución?
P- Me temo que no es posible hablar de una fecha aproximada y no quiero contribuir a generar una expectativa que luego no pueda verse cumplida. Lo que sí le puedo decir es que hay bastantes señales para ser optimistas. Por ejemplo, esta misma semana hemos sabido que un fármaco, la dexametasona, permite reducir el riesgo de muerte en pacientes graves ingresados en UCI con necesidad de oxígeno. También estamos viendo resultados muy prometedores con nuestro fármaco, Remdesivir, para el tratamiento de esta infección. Y en lo que respecta a las vacunas, ya hay varias que están en estadíos muy avanzados. En cualquier caso, pienso que estamos hablando de cuestión de meses.
P- ¿Qué habría que cambiar para que no se repitan los fallos de suministro de material sanitario que hemos tenido durante esta crisis?
R- Creo que sería necesario desarrollar planes de contingencia que contemplen las eventuales necesidades en caso de una pandemia y que sean reevaluados periódicamente. Estos planes deben ser conocidos por todas las partes y, por supuesto, todas las personas involucradas deben ser convenientemente entrenadas. Además, sería conveniente reducir nuestra dependencia externa de materiales de protección y productos sanitarios críticos, procurando garantizar porcentajes mínimos de autoabastecimiento.
P-¿En cuánto debería aumentarse la inversión en investigación?
R- Durante mucho tiempo hablamos de que los países europeos deberían destinar el 3% de su PIB a I+D en 2020. Hemos llegado a esta fecha y muy pocos de nuestros socios alcanzan ese porcentaje. Esta crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con estructuras robustas de investigación, por lo que creo que el objetivo debería ser, al menos, igualar la media europea que se encuentra en el entorno del 2%. Sería un esfuerzo importante, ya que en la actualidad nos encontramos en el 1,2%. No obstante, creo que a medio plazo deberíamos aspirar a ese 3% que ya cumplen países como Alemania, Suecia o Dinamarca. Todos ellos son un ejemplo de que invertir en I+D es sinónimo de prosperidad.