Redacción, 05-06-2014.- Investigadores de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, han desarrollado un nuevo sensor de biochip que puede medir selectivamente concentraciones de glucosa en una solución compleja similar a la saliva humana. El avance podría posibilitar el diseño de un dispositivo que permita a las personas con diabetes medir los niveles de glucosa sin extraer su sangre.
El nuevo chip hace uso de una serie de reacciones químicas específicas junto con interferometría plasmónica, un medio de detección de la firma química de los compuestos utilizando la luz. El dispositivo es lo suficientemente sensible como para detectar diferencias en las concentraciones de glucosa que equivalen a unos pocos miles de moléculas en el volumen muestreado.
El biochip consiste en una pieza de una pulgada cuadrada de cuarzo recubierto con una fina capa de plata. Grabados en la plata a nanoescala están los miles de interferómetros , diminutas rendijas con una ranura en cada lado de 200 nanómetros de ancho. La hendidura es de 100 nanómetros de ancho, cerca de 1.000 veces más finos que un cabello humano.
Cuando la luz brilla en el chip, las ranuras provocan una onda de electrones libres en la plata, un polariton plasmón superficial, que se propaga hacia la ranura. Esas ondas interfieren con la luz que pasa a través de la ranura y los sensibles detectores miden los patrones de interferencia generados por las ranuras y hendiduras.