Redacción, 31-08-2018.-Durante el embarazo, los cambios que experimenta el cuerpo de la futura madre y las demandas del feto para su crecimiento y desarrollo, comportan un incremento significativo de las necesidades nutricionales de la mujer. Por esta razón, la gran mayoría de los médicos (un 95%) aconseja a sus pacientes embarazadas suplementar su alimentación con complementos que aporten vitaminas y minerales fundamentales en las diferentes etapas de la gestación. Este dato surge del estudio SUNGES sobre Suplementación Nutricional durante la Gestación llevado a cabo por Laboratorios Ordesa, en el cual participaron 95 ginecólogos ofreciendo información sobre 1.253 embarazos.
Tal y como recoge Donna Plus, los especialistas consultados en la encuesta dieron más relevancia a la suplementación durante el primer trimestre del embarazo. Sin embargo, 9 de cada 10 profesionales consideraron que los complementos alimenticios son útiles durante toda la gestación, e incluso la indican cuando se empieza a buscar un embarazo y durante la lactancia.
De acuerdo con la encuesta, el ácido fólico, una vitamina del grupo B, es el nutriente que los médicos consideran más relevante empezar a tomar antes del embarazo y durante el primer trimestre. Esto se debe a que el ácido fólico cumple un rol muy importante en el desarrollo del sistema nervioso del bebe, un proceso que tiene lugar en los primeros días de gestación, antes probablemente de que la madre sepa que está embarazada. De este modo, los especialistas recomiendan iniciar la suplementación cuando se comienza a buscar un embarazo.
Durante el segundo y tercer trimestre de gestación los médicos resaltaron el rol del hierro. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de un 40% de las embarazadas sufren anemia. Para evitar estas situaciones de anemia es importante aumentar la ingesta de hierro durante el embarazo más allá del aporte que obtenemos a través de la alimentación.
Asimismo, los expertos ubicaron el yodo en los primeros lugares de los recomendados para los últimos seis meses de gestación. Este elemento contribuye al buen funcionamiento de la glándula tiroides, y su deficiencia durante el embarazo puede llevar a que la madre sufra hipertensión y a que el feto tenga problemas en el desarrollo cerebral. La mayoría de los alimentos, a excepción de la sal yodada, contienen poco yodo por lo que muchas veces los médicos indican el consumo de un suplemento alimenticio para incorporarlo en las cantidades adecuadas.