En España mueren más de 35.000 personas cada año por un fallo cardiorespiratorio, es decir, unas 100 personas cada día. Sin embargo, solo el 12 por ciento de la población española cuenta con conocimientos básicos de RCP (resucitación cardiopulmonar), según explica la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), con motivo del Día Europeo de Paro Cardiaco.
Los especialistas quieren aumentar esta cifra hasta como mínimo hasta el 20 por ciento, ya que hay estudios que demuestran que podrían salvarse hasta 100.000 vidas cada año en Europa si los ciudadanos estuvieran preparados para actuar con rapidez, antes de la llegada de los servicios de emergencia.
La tasa de supervivencia a un infarto sigue siendo mucho más baja de lo deseable, recuerdan estos especialistas. Si una persona que sufre una parada cardiorespiratoria no recibe la primera ayuda prácticamente de inmediato, sus probabilidades de sobrevivir oscilan entre el 5 y el 10 por ciento.
En este sentido, el doctor Frutos del Nogal explica que el lema de este Día Europeo del Paro Cardiaco, ‘Tus manos pueden salvar vidas’, es tan literal como pretende parecerlo. «Las técnicas de resucitación básica consisten en mantener compresiones en el pecho en una persona infartada del orden de 100 veces por minuto. Por eso es tan esencial que se enseñen este tipo de maniobras a la población y que tengan un cierto entrenamiento para realizarlas. Esto puede salvar vidas», insiste.
Los estudios estadísticos demuestran que una rápida intervención, dentro de los primeros 3 minutos tras el paro, aumenta la probabilidad de sobrevivir del paciente hasta el 50%. Y a la vez, cada minuto de retraso la reduce en un 10 por ciento. Por tanto, cada segundo que pase sin aplicar las llamadas técnicas de RCP (resucitación cardiopulmonar), como el masaje cardíaco o el «boca a boca», es absolutamente crucial.
El número de infartos en España, aún siendo menor que en el centro o este de Europa, no tiende a disminuir. Su tasa de supervivencia ha conseguido mejorarse un 30 por ciento en los últimos 15 años, pero en opinión del doctor Frutos del Nogal hay que trabajar más en la prevención general.
«No debemos confiar solamente en que muera menos gente por un infarto, sino en que haya menos infartos –alerta–. La atención a las personas con enfermedades coronarias ha mejorado en todos sus aspectos, como en los sistemas de emergencia o en el tratamiento extrahospitalario como hospitalario, pero hay que más hacer hincapié en los factores prevenibles, como la alimentación saludable o la actividad física, y evitar la obesidad y los hábitos tóxicos como el tabaco».