Redacción, 22-01-2014.- Un reciente estudio sobre relación entre consumo de aceite de oliva y arteriopatía periférica señala que una intervención de educación dietética con abundante provisión de aceite de oliva extra-virgen obtiene una reducción relativa de riesgo del 66 por ciento. Lo han llevado a cabo científicos españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), liderados por los doctores Ruiz-Canela y Martínez-González, ambos Profesores de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra.
Se trata de el principal ensayo clínico de intervención dietética en España, uno de los mayores del mundo, acometido durante diez años sobre una muestra poblacional de cerca de 7.500 personas. El estudio se publica en la revista de referencia en este ámbito y de impacto mundial JAMA (Journal of the American Association).
Durante más de 4 años de intervención y seguimiento, el análisis se llevó a cabo en 2.529 participantes asignados a aceite de oliva virgen en comparación con un grupo de control de 2.444 participantes que recibieron educación para seguir una dieta baja en grasas.
La arteriopatía periférica es una enfermedad en la cual las arterias de las piernas se bloquean o se obstruyen. Las arterias normalmente son lisas en el interior para permitir que la sangre fluya libremente. A medida que pasan los años, las arterias a veces se obstruyen con placa. La placa está formada por colesterol y materiales grasos que engrosan, endurecen y pueden con el tiempo bloquear las arterias. Puede que finalmente se acumule suficiente placa como para reducir el flujo de sangre y el oxígeno en las piernas.
El síntoma más común de la arteriopatía periférica es dolor, que empeora cuando se camina y desaparece cuando está en reposo. Por eso se denomina claudicación intermitente. También pueden tener lugar tensiones, calambres, pesadez y debilidad intermitentes. En algunas situaciones los pacientes pueden desarrollar llagas o úlceras en los pies o piernas que no cicatrizan, infecciones o incluso gangrena. En casos graves y avanzados puede ser necesaria la amputación. Cabe destacar que la presencia de arteriopatía periférica suele ser indicio de que la arteriosclerosis puede estar también presente en las arterias coronarias o cerebrales.
Existen ciertas condiciones y hábitos de estilo de vida que aumentan el riesgo de padecer arteriopatía periférica. Estos incluyen tabaquismo, diabetes. presión arterial alta, sobrepeso mayor a un 30 por ciento del peso ideal, dieta con alto contenido de grasas y colesterol.